Elena Tablada tiene algo que decir sobre la boda de Chenoa

Al margen de sus respectivas relaciones con David Bisbal (43), bien enterradas ya en el pasado, en principio no había nada más que uniera a la diseñadora Elena Tablada y a la cantante Chenoa (46) pasadas ya dos décadas desde esos episodios de sus historiales amorosos. Sin embargo, hace unos días ambas coincidieron por primera vez en un acto público y los seguidores no han tardado en especular con entusiasmo acerca de lo que, supuestamente, podría ser el comienzo de una tardía pero bonita amistad. Bueno, tampoco nos emocionemos.

En los 20 años que han pasado desde que la intérprete mallorquina viviera su relación, de dramático y chandalero desenlace, con el cantante almeriense, quien posteriormente inició su no menos conflictivo noviazgo con la madre de su hija Ella, la cantante y la celeb no habían llegado a verse las caras hasta hace nada. En ese encuentro hubo sonrisas y piropos mutuos, así que podemos decir que entre ellas no hay ni pizca de mal rollo.

"La verdad es que ha sido una cosa muy natural. Yo tengo mi vida, los años pasan y maduramos. Y a ella le pasa lo mismo. Lo que más me ha sorprendido cuando la vi es que han pasado 18 años y nunca habíamos coincidido en ningún sitio", confesaba posteriormente Elena a la revista ¡Hola!, negando así cualquier tipo de rivalidad u hostilidad entre las exnovias más famosas de David Bisbal.

Como si de una de sus amigas más íntimas se tratase, algunos reporteros han abordado a Elena, quien rehizo su vida con Javier Ungría, padre de su hija pequeña Camila, para pedirle opinión acerca de la boda que sellará la historia de amor en la que Chenoa se embarcó hace ya más de tres años. La intérprete pasará finalmente por el altar con su prometido Miguel Sánchez Encinas, tras dos años de cancelaciones motivadas la pandemia del coronavirus.

"Ah, ¡mira qué bien! La felicito y le deseo lo mejor. No hay mejor sitio que Mallorca para celebrarlo", ha respondido una atónita Elena ante las cuestiones de los periodistas, sin entender muy bien la relevancia que estos le daban a su visión de la situación. "Le deseo la felicidad. Además, me cae fenomenal y le deseo que todo le vaya fenomenal", ha sentenciado.

¡Solo nos falta verla en la boda!