Carlos 'El Yoyas' cuenta su vida en verso

Ahora se cree el chico de las poesías.

Carlos Navarro, 'El Yoyas' de Gran Hermano
Carlos Navarro, 'El Yoyas' de Gran Hermano / JOAN ARS FOTOGRAFIA

Carlos 'El Yoyas' ha vuelto a ser noticia tras la denuncia que recibió por parte de su pareja Fayna Bethencourt (también concursante de 'GH' 2001), y si Fayna ya ha hablado (un poquito) del tema, él también ha llenado las redes de mensajes... ¡En forma de poesía!

Tal y como lees, Carlos Navarro ha decidido dar señales de vida con una serie de vídeos donde cuenta (literalmente) su vida en verso.

El primero de todos lo ha grabado tumbado en su cama: "En la soledad de mi habitación había un ganador discutiendo con un perdedor. El problema es que sólo estaba yo. No sabía si hacerle caso a mi cabeza o escuchar a mi corazón, si tirarme a la vecina o tirarme por el balcón", recita el exconcursante de 'Gran Hermano'.

¿Se cree Bécquer?
¿Se cree Bécquer?

Quizá alguien le he repetido -seguro que no es la primera vez- eso de que las cosas se arreglan hablando (NO CON VIOLENCIA), y él ha entendido recitando o algo así, porque a este vídeo han sucedido otros y otros en los que 'El Yoyas' le ha dado trabajo a su pluma: “Yo no soy tan malo. Yo no soy tan bueno. Pocas veces el primero y no sé si loco o cuerdo. No soy un inmenso mar. No soy un caudaloso río. Sólo un pisoteado charco, a veces odiado y otras querido, que cuando se seca queda en el olvido. Vivo buscándome mientras ando perdido. Pienso y sólo recuerdo el olvido. Ando y no hago camino”.

Aquí bebe claramente de 'Caminante, no hay camino'.
Aquí bebe claramente de 'Caminante, no hay camino'.

Para los hijos que comparte con Fayna, también ha tenido su propio recital, y les ha dedicado estas líneas: "Vuestro presente, mi futuro. Mi eterno sueño, vuestra eterna pesadilla. Vuestro ser, mi vida. Vuestra sangre, la mía. Vuestros corazones, mi familia. Vuestras penas, mis espinas. Vuestras vidas, mi alegría. Nacidos para vivir, vivimos para morir, no sin antes amar y sentir. Creedme y nunca moriré. Recordadme y siempre existiré. Amadme y no me adoréis. Valoradme y no me juzguéis. Vivid y no me olvidéis. Buscadme y me encontrareis. Llamadme y acudiré. Pero soportad sin dolor la enorme frustración de hablarme y que no conteste, de abrir los ojos y dejar de verme, de vivir y no tenerme", y concluye: "De vuestro padre que os quiere".

Al final, se ha venido arriba y hasta ha cantado y todo: "Al caer la noche miraré al cielo buscando ese hueco dejado por ti. Y es que no me creo que tú seas esa. No puedo entender que seas ella. Y al abrir los ojos decoraré el cielo esperando que vuelvas de nuevo a ti y que no me trates como a un personaje de uno de esos libros que te gusta escribir".

Lo que está claro es que se ha ganado apoyos y detractores -más de lo segundo- con sus rimas...

Para la sequía no va mal que cante.
Para la sequía no va mal que cante.

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