Carmen Borrego se estrena en 'TardeAR' y no se calla: "Siempre que vengo tiene que tener protagonismo alguien que no soy yo"

Carmen Borrego, la más combativa del clan Campos, ha vuelto a la televisión como solo ella sabe hacerlo: con una entrada arrolladora, una buena dosis de sinceridad y dejando claro que está harta de ser secundaria en su propia historia. En su estreno como defensora de los colaboradores en 'TardeAR', soltó una frase que lo dice todo: "Siempre que vengo tiene que tener protagonismo alguien que no soy yo. Dejadme ser la protagonista por una vez". Zasca directo al centro del plató… y con destinataria muy clara: su hermana Terelu Campos, que justo estaba en los pasillos del programa en ese momento.

Nada más empezar, Carmen quiso dejar claro cuál va a ser su papel en esta nueva etapa: "Nada es imposible y nada es para siempre. Estoy cansada de que digan que ser colaborador es fácil. He vivido cosas estupendas y otras en las que he sufrido". Con esta declaración, se plantó como la voz de quienes trabajan delante de la cámara… pero muchas veces sin poder defenderse.

Nueva etapa, nueva Carmen

La sección que estrena se llama 'La defensora de los borregos', un guiño a su apellido y también una declaración de intenciones. Viene con ganas de proteger, reivindicar y, sobre todo, tomarse en serio a los que suelen ser ninguneados en la tele. Según explicó ella misma: "Nos merecemos que alguien nos defienda. Y eso voy a hacer".

Pulla en directo (con Terelu delante)

El momentazo con Terelu fue de los que dan titulares. El presentador anunció en directo que su hermana estaba entre bambalinas, y aunque solo entró un segundo para bromear con un "vengo a boicotearla", el comentario encendió una chispa que Carmen no dejó pasar. La pulla llegó rápido: "Siempre que vengo tiene que tener protagonismo alguien que no soy yo". Y todos supieron a quién iba dirigida.

Cara a cara con Raquel Bollo: menos guerra, más tensión

Pero la cosa no quedó ahí. Carmen también se enfrentó, cara a cara, con Raquel Bollo, con quien ha tenido más de una diferencia en el pasado. El plató se llenó de tensión, sí, pero también de contención. Esta vez no hubo gritos ni reproches duros. Más bien lo contrario: ambas dejaron entrever que el tiempo ha suavizado las asperezas. El ambiente fue incómodo, pero acabó con respeto. Dos profesionales frente a frente, sin necesidad de guerra abierta.

Este regreso marca una nueva etapa para Carmen. Lejos quedan los años de guionista y directora en la sombra. Ahora ocupa el centro del plató y de la conversación, con una voz propia que ya no se esconde tras ningún apellido. Borrego ha demostrado que puede tener protagonismo sin necesidad de polémicas forzadas ni escándalos familiares. Solo con su actitud, su experiencia y una verdad que no necesita filtro.

Así arranca Carmen su papel como defensora de los colaboradores: con fuerza, con intención y con mucha más presencia de la que muchos esperaban. Porque esta vez, sí: el foco estaba en ella. Y no piensa soltarlo.