Más allá de las polémicas (que no han sido pocas y menos recientemente), Miguel Bosé es una estrella internacional y ha vendido discos durante decenas de años y ha llenado conciertos allá donde ha ido. Y los años pasan pero eso no ha cambiado. Por eso el Movistar Arena de Madrid se llenaba hasta que no cabía un alfiler para recibir a Miguel después de ocho años de parón musical.

Un regreso a lo grande

Hace pocos meses, en exclusiva para 'El Hormiguero', Bosé presentaba su nueva gira, 'Importante Tour', y allí ya declaró que  volver a los escenarios "era lo más importante que tenía en mi vida, volver a cantar de nuevo. Volver al escenario que es mi casa".

Por tanto, el cantante tenía ganas de volver, pero las fans tenían todavía más ganas de verlo sobre un escenario. Y cuando hablamos de fans, nos referimos a toooodas las fans, por lo que incluimos también a otros famosos que son grandes seguidores del artista.

Como por ejemplo Alaska y Mario Vaquerizo, que además de 'groupies', como ellos mismos se han definido, son grandes amigos del panameño.

Defendiéndolo de las polémicas

Así que obviamente no podían faltar al concierto de Miguel Bosé en Madrid, siendo parte de un amplio elenco de VIPs que se desplazaron al Movistar Arena.

En la entrada del recinto, el matrimonio fue preguntado por su cercana conexión con el cantante, pero también por las polémicas que le han rodeado en los últimos años (y desde siempre realmente). Alaska no tardó en defender que "un artista es artista porque es artista", y respecto a las movidas con lo de las vacunas y el coronavirus, "las personas pueden tener la opinión que quieran sobre cualquier cosa".

La periodista señalaba que este concierto era una buena oportunidad para "callar bocas", a lo que Vaquerizo respondía bromeando que Miguel Bosé "siempre me ha dejado con la boca abierta, que es lo que hace él, dejar con la boca abierta a toda la gente que tiene sentido común". Y la verdad es que razón en eso no le falta.