Jordi Cruz, sobre su frialdad extrema: "Tengo la misma enfermedad que mi padre"
El jurado más serio y estricto de 'Masterchef' se confesaba acerca de los motivos familiares que le han llevado a forjar su complicada personalidad.
Sustazo en 'MasterChef' con un concursante evacuado de urgencia al desplomarse en plena prueba

Jordi Cruz, uno de los mitiquísimos miembros del jurado de 'Masterchef', cumple años. El catalán que se hizo conocido hace ya más de diez años por su duro carácter y falta de simpatía a la hora de ofrecer sus veredictos a los concursantes del programa, se sinceraba por primera vez en televisión con Risto Mejide, confesando aspectos hasta entonces desconocidos que explicarían el porqué de su curioso y excepcional carácter.
Ahora, y con motivo de su 47 cumpleaños, recordamos su emotivo testimonio. Y es que el chef se abría en canal recordando sus inicios en el mundo de la cocina: "Quería reproducir lo que mi madre cocinaba. Vi que para eso tenía talento y que me pudieran decir 'mira el chaval no es tonto', ya que yo era malo en casi todo", comenzaba explicando al mismo tiempo que exaltaba el buen trabajo que su madre ha ejercido con su familia durante toda su vida: "Mi madre ha regalado su vida a la familia. Es una heroína y quiero corresponder su sacrificio", aseguraba.

Una personalidad heredada
Respecto a su padre, Jordi tiene claro que en parte, ha heredado muchos aspectos de su personalidad: "El padre que yo conocí en los últimos años era un padre con tendencia a estar enfadado... Nunca me dijo 'te quiero' ni yo a él. Él no tenía la habilidad de ser cariñoso y seguro que lo era, pero a mí me pasa lo mismo, me cuesta mucho expresarme", sentenciaba.
Era entonces cuando confesaba algo inédito: "Yo soy de silicona. Tengo la misma enfermedad que mi padre, que a veces no sabes sentir". Eso sí, el cocinero se queda con todo lo bueno y agradece la actitud de su padre en la vida: "Le debo mucho a mi padre porque gracias a él supe que no quería ser así, como él".
Un aprendizaje que aplica en su estrenada faceta como padre: "La pandemia me sirvió para descubrir que en mi casa tenía un nido, me enamoré, me casé y nació un niño que me ha hecho tener miedo a morirme. Antes no lo tenía, pero ahora sí lo tengo", confirmaba visiblemente emocionado.

Una paternidad que le ha servido para darse cuenta del valor que tiene su presencia: "Mi hijo es bueno. Me han regalado algo que no me merezco. Es guapo, es bueno... Ha salido a la madre, lógicamente. Se pone enfermito y llora lo justo, duerme del tirón... Si el segundo me sale malo, no pasa nada, me compensa. El segundo podrá parecerse a mí", afirmaba entre risas dejando ver su lado más cómico y enternecedor, lejos del que muestra en cada edición el programa más famoso de cocina.
Síguele la pista
Lo último