Jordi González regresa a televisión y desvela más detalles de su complejo episodio médico

Cuando él mismo en llamada explicaba a sus compañeros de 'D Corazón' que la razón de su ausencia era porque se había puesto "malito", nadie se imaginaba que en realidad era que había estado a punto de morir, literalmente. Así de complejo ha sido lo que ha tenido que vivir Jordi González en este 2025, y aunque afortunadamente ahora se encuentra recuperado, la realidad es que como él mismo dice ha llegado a estar "más allá que aquí".

Una situación límite

Es una situación durísima, por la que nadie desea pasar, pero que le ha cambiado totalmente la perspectiva de vida al periodista. Al principio (claro, como el propio Jordi informaba) se pensaba que había sido un "trancazo" y que tenía dolor de garganta, de espalda, fiebre... pero que no iba a ser más que eso.

Luego fue su círculo cercano el que informaba que el estado de salud del periodista había estado en un punto mucho más crítico de lo que se comentaba y que llegó a estar ingresado. Y en una entrevista posterior fue cuando conocimos la gravedad de por lo que había tenido que pasar Jordi.

El motivo de toda esta situación crítica ha sido una bronconeumonía bilateral, "la enfermedad que ha matado al Papa Francisco pero agravada por una crisis renal", explicaba González. Además, añade que esta enfermedad tiene un índice de mortalidad del 70% y cuanto más pasan los días, más aumenta ese porcentaje, de ahí que los médicos creyeran "que no lo iba a conseguir".

De hecho, el periodista y presentador catalán desvelaba que había pasado tres semanas en coma y dos meses en la UCI. Fue tal el extremo al que llegó la situación que desde el centro hospitalario llegaron a contactar hasta en dos ocasiones con la familia del catalán para que se despidieran de él. Muy fuerte.

Un nuevo Jordi

Y ahora, Jordi González ha reaparecido en televisión. No como presentador en su puesto de trabajo, sino en calidad de invitado para el programa catalán 'Col·lapse'. Incluso en las peores el periodista no pierde el sentido del humor. "Sin poder hablar, con cinco sondas en el cuerpo, tres semanas inducido en coma... así empecé el 2025", bromea Jordi.

También ha explicado cómo empezó todo, y no fue más que saliendo un día a pasear cuando se le metió en el cuerpo "una bacteria que había en el ambiente". Al regresar a casa ya notaba que le faltaba el aire y el poco que le llegaba "lo utilizaba mi cuerpo para el corazón y para mantenerme con vida". Y se sincera confesando que "ya no recuerdo nada más hasta muchas semanas después".

De hecho, recuerda que cuando se despertó y la enfermera le dijo que era sábado él se pensaba que había estado solo dos días en el hospital. Ahí fue cuando se enteró de que en realidad había estado dos meses internado y "fui consciente de lo mal que estaba".

Sobre su familia, ha revelado que la mayoría de ellos estaban "semienterados de todo" gracias al círculo íntimo que acompañó al periodista durante este complejo episodio médico. Aunque también ha confesado que habrá gente cercana que "se estará enterando en este programa de que he estado tres semanas más allá que aquí".