El príncipe Harry, en pleno juicio contra su familia, declara haber sido objetivo de una conocida banda terrorista

Ha sido una Semana Santa de tribunales para el príncipe Harry, que ha regresado a Londres única y exclusivamente para prestar declaración en el juicio doble que tiene abierto ahora mismo. Uno porque su fundación fue acusada de misoginia y racismo, y otro por la retirada de la seguridad por parte del Palacio de Buckingham hacia él y su esposa, Meghan Markle.

Una decisión y sus consecuencias

Hace cinco años ya que el duque de Sussex y la actriz decidieron abandonar la Familia Real Británica, con los privilegios y deberes que eso conlleva. Ya no tendrían que cumplir con sus roles formales como miembros de la realeza y, por tanto, ya no deberían contar tampoco con la seguridad y protección propia de los que sí siguen formando parte de Casa Real. O eso pensaron desde Buckingham, aunque el matrimonio opina de manera diferente.

Harry volvía a la capital inglesa para cumplir con sus compromisos con los jueces, y aseguró que el hecho de retirarle toda la protección tanto a él como a su mujer formaba parte de una estrategia de la Casa Real para apartarlos definitivamente o, por el contrario, hacerles cambiar de opinión y retenerlos en Reino Unido. Como una especie de chantaje.

Como parte de sus declaraciones, también aseguraba que había descubierto "secretos" en relación con el trato que él y Meghan han recibido durante estos años, y que no tendría ningún reparo en contarlos públicamente, poniendo en el punto de mira y en estado de alarma a la Casa Real Británica. Un chantaje por chantaje de toda la vida.

Su vida, en grave peligro

Pero es que ahora, siguiendo con el mediático juicio, Harry habría pedido que al menos cuando se encuentre en Reino Unido pueda tener acceso a esta seguridad privada, ya que, según él, habría recibido amenazas de una importante organización terrorista. Concretamente de Al Qaeda (creemos que no hace falta presentación). Según ha podido acceder el medio británico 'Hello', el duque comentaba a los jueces que tanto Meghan, como él y la Familia Real, "se enfrentan a una amenaza internacional, y ha destacado que Al Qaeda había pedido que lo mataran". Unas declaraciones muy fuertes.

Cabe recordar que en su autobiografía, 'Spare', que también le ha traído problemas con su visa estadounidense porque en el libro afirmaba haber consumido diferentes sustancias y marcó la casilla de 'NO' en el documento para entrar al país americano, admitía haber asesinado a 25 militares talibanes durante su etapa en Afganistán, y por eso se habría convertido en un objetivo principal del grupo terrorista.

Por eso mismo, el duque de Sussex pide contar con una mayor seguridad y más preparada, es decir, similar a la que tienen los Reyes así como también la familia de su hermano Guillermo y Kate Middleton. Además, según aseguran medios británicos, Harry tendría muy presente el fallecimiento de su madre, Lady Di, del que como sabrás hay muchas sospechas de que podría no haberse tratado de un simple accidente de tráfico. Cinco años después de su salida de la Casa Real Británica, el caso sigue más abierto y caliente que nunca, y con estas nuevas pruebas sobre la mesa nadie puede predecir cómo acabará.