La historia de la actriz que se considera cactus y no bebe agua por miedo al envenenamiento
Tori Spelling ha reconocido que no bebe agua desde su infancia, y sus razones son más bien... sorprendentes.
Tori Spelling, tristísima tras la pérdida de su amienemiga, Shannen Doherty.

Hollywood parece que es un mundo aparte de la vida real, y cada noticia que sale, nos sorprende más que la anterior, aunque parezca imposible. Esta vez ha sido Tori Spelling quien ha dejado a todo el mundo flipando con una de sus confesiones más surrealistas hasta la fecha. La actriz, que se hizo famosa en los 90 con 'Sensación de vivir', ha revelado en su pódcast que no bebe agua. Y no es que simplemente no le guste, es que la odia. Vamos, que ni un sorbito.
"Soy como un cactus"
Con 51 años y un amplio historial de polémicas y declaraciones a sus espaldas, Tori ha contado que prácticamente lleva toda su vida evitando el agua: "Sé que suena muy extraño, pero no bebo agua", asegurando que no entiende como todavía sigue viva. Pero si estas palabras ya sorprendían, continuaba diciendo que ella es como un cactus, "con regarme una vez ya vale", aseguró en tono de broma.
Según explicó, su aversión al agua no es algo nuevo, sino que le viene desde hace tiempo. Al parecer, su madre, Candy Spelling, solía mezclar sus pastillas con Coca Cola para tragarlas, lo que le generó una desconfianza total hacia los líquidos. "Siempre he sido muy escéptica con lo que me dan para beber. Desde que era muy pequeña, me preguntaba qué me estaban dando y por qué", contaba en el pódcast.
Por suerte para ella, para no morir deshidratada más que nada, la actriz ha encontrado sustitutos al agua que, según ella, cumplen la misma función (sentimos decirlo Tori pero no, no es lo mismo). Sus bebidas de confianza son los refrescos, en especial el 'Dr. Pepper Light' y el ginger-ale. "Si me ves con un Dr. Pepper Light significa que estoy en mi mejor momento, pero si estoy con un ginger... es porque estoy en una situación estresante", agregaba. Por si te lo preguntas o por si quieres probarlas, en España también tenemos esas bebidas pero no son tan populares como en Estados Unidos.
Hay que decir que Tori ha intentado beber agua en varias ocasiones. Lo ha hecho con limón, con saborizantes... "pero en cuanto entra en mi boca, me da asco y me dan náuseas inmediatas", admitía.
Miedo al envenenamiento
A pesar de su fobia al agua, hubo un momento en su vida en el que Tori no tuvo más remedio que hidratarse como cualquier ser humano: durante su embarazo. Ante esta situación, Spelling sí bebió agua pero lo hizo por el bebé, y bajo ese lema fue la única vez que pudo ingerir algo de H2O.
Entre otros de los motivos por lo que repudia el agua se encuentra, siguiendo con sus declaraciones en el pódcast, su miedo por el envenenamiento. Sí, como en las pelis. Tori no confía en las bebidas servidas por otras personas, ni siquiera por su exmarido Dean McDermott, y de hecho contó que recientemente él le ofreció un ginger-ale con limón (bien hecho, tomando notas en clase) y, en su cabeza, lo primero que pensó fue: "Le ha puesto algo".

Eso sí, quiso aclarar que esto no es un ataque personal contra su ex, sino que lo piensa de todo el mundo. Y al parecer, esta desconfianza también viene de su infancia y de algunas cosas que le contaba su padre. Un poco turbio todo. En definitiva, Tori Spelling sigue demostrando que su vida es cualquier cosa menos aburrida. Más bien de peli. Mientras tanto, esperamos que algún día descubra que el agua no es su enemiga y que hidratarse no es opcional.
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