Ana Obregón sobre el costoso tratamiento que recibió su hijo Aless: "Me hubiese hasta prostituido"

Ana Obregón volvía a hablar de uno de los peores momentos de su vida: la enfermedad y muerte de su hijo Aless el pasado 13 de mayo de 2020. La actriz fue la primera invitada de 'Madres desde el corazón', el nuevo programa de Cruz Sánchez de Lara en Mitele Plus, y lo que contó dejó a todos con la lagrimita. Ana se sinceraba como nunca de cómo vivió todo y lo que hubiera hecho para seguir con los tratamientos que fueran necesarios para su hijo.

La muerte de su hijo Aless

Aless Lequio, su único hijo, falleció en 2020 por un sarcoma de Ewing y esto es algo que a Ana Obregón le marcará para toda su vida. "Siempre lo he dicho: valiente es una madre que tiene que enviar a su hijo al cielo", dijo Ana, visiblemente emocionada, en el programa.

También lanzó un mensaje a otras madres que han perdido a sus hijos: "Que lloren, porque llorar sana el alma. El ser humano es energía y no muere, están ahí. Nos mandan señales continuamente".

El costoso tratamiento

Y atención, porque vino lo más duro pues habló sin filtros del dineral que costó el tratamiento de Aless en EE. UU. y en Barcelona diciendo que: "Si no hubiese tenido dinero, me hubiese hasta prostituido". Así, tal cual. Porque una madre hace lo que sea.

Según ha contado la propia Ana en otras entrevistas y en su libro 'El chico de las musarañas', Aless recibió parte de su tratamiento en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, uno de los centros oncológicos más prestigiosos del mundo.

Ana explicó que el tratamiento fue extremadamente caro, superando los 300.000 euros, pero que en ningún momento dudaron en hacerlo porque estaban dispuestos a agotar todas las vías posibles para salvar a su hijo. También en su día expresó su agradecimiento a los médicos y científicos que estuvieron junto a Aless, y defendía la importancia de la investigación oncológica.

Su vida después de perder a Aless

¿Se supera alguna vez algo así? Ella lo tiene claro: no. "Estoy completamente en contra del suicidio. Pero yo lo iba a hacer. Estaba en un tercero y pedí mudarme a un séptimo. Desde un tercero no me iba a ir. Lo tenía superestudiado".

Y entonces llegó Anita, su hija-nieta, y todo cambió. "Cuando alguien esté a punto de suicidarse, que piense en mí. Siempre se puede encontrar algo, aunque luego todo el mundo se dedique a criticarlo. Ese algo me ha salvado la vida y es Anita", terminaba diciendo.