Marta Riesco y 'Memé García' desvelan el plan secreto de Íñigo Onieva: "Estaba con una pivita…"

En 'Ni que fuéramos' las exclusivas no paran ni los viernes, y lo de hoy ha sido digno de las mejores películas de espías.

Tamara Falcó le pide tiempo a Íñigo Onieva.

Roban las joyas de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Roban las joyas de Tamara Falcó e Íñigo Onieva / Gtres / J.I.Viseras

Hace pocos días ya comentamos que el matrimonio formado por Tamara Falcó e Íñigo Onieva no estaba atravesando su mejor momento, con la marquesa de Griñón pidiéndole más tiempo a su marido para estar juntos.

El restaurante es su prioridad

Una de las principales razones por las que la pareja no tiene tiempo es el restaurante Casa Salesas, del cual Íñigo es el directivo y que le está ocupando todas las horas del día. No únicamente porque esté en el local, sino porque desde que lo inauguraron Onieva no ha parado en casa: reuniones de negocios, viajes para encontrar la inspiración en cuanto a nuevos platos y decoración… Pero Tamara se ha cansado y le ha pedido a su marido que pase más tiempo con ella.

Con esta noticia en el escaparate, hoy desde el equipo de 'Ni que fuéramos' han pedido a Marta Riesco que visite Casa Salesas para ver si aparecía por ahí Íñigo y así preguntarle sobre este tema. Y en una tarde de idas y venidas, lo que ha acabado consiguiendo es aún más fuerte y podría agravar esta crisis matrimonial por la que está pasando la pareja.

"Me han echado…"

La periodista, en su labor de reportera de investigación, se preparaba para entrar en el restaurante cuando se ha encontrado con el primer obstáculo: "No me dejan entrar porque se reservan el derecho de admisión", algo que no ha gustado nada a los colaboradores en plató y que suponen que es porque la han visto con el micrófono y la cámara.

Lejos de dejar ahí la situación, María Patiño (muy resolutiva), ha decidido llamar para hacer una reserva a nombre de Marta Riesco, y la persona al otro lado del teléfono ha recogido los datos y le ha comunicado que tenía mesa para uno disponible.

Íñigo Onieva frente a la entrada de su restaurante 'Casa Salesas'

Íñigo Onieva frente a la entrada de su restaurante 'Casa Salesas'

/ GTres

Sin embargo, cuando Marta regresa a Casa Salesas, de nuevo le prohíben la entrada aunque esta vez la razón era que el aforo estaba completo. Algo sin pies ni cabeza porque a las 5 de la tarde había mesas libres y porque la reserva ya estaba hecha. Pero espera, que hay más…

De Marta a Memé

Mientras paseaba por las calles de Madrid muy enfadada, a Marta Riesco se le ilumina la bombilla y se le ocurre una gran idea: cambiar su apariencia totalmente para pasar desapercibida y que le dejen entrar.

Y la colaboradora, con peluca color negro, gafas de sol y una larga chaqueta que tapaba su anterior 'outfit', deja de ser Marta Riesco para convertirse en una amiga de Belén Esteban que viene de Francia, Memé García. El problema ha llegado cuando los trabajadores de Casa Salesas, que se las saben todas, ya habían sintonizado Ten, Twitch o YouTube y les habían pillado la estrategia…  Dejando en casi nulas las opciones de entrar.

Pero Marta, que en todo momento ha confiado en que iba a cumplir su misión, aprovecha que se encuentra en la puerta del restaurante para hablar con los que salen del mismo. Tras hablar con un chico que estaba de comida de empresa en Casa Salesas, le pregunta si podría colarla con él, algo que el chico acepta y que, finalmente, logra que Memé entre al establecimiento.

Se encontró con algo inesperado

Pero si esto ya es bastante rocambolesco, ahora es cuando vendría el giro de guion que nadie se espera. Mientras a Marta no le dejaban entrar, salía, volvía, hacía el cambio de look, volvía, la echaban otra vez… el colaborador Javier de Hoyos comenta que Íñigo había subido una 'storie' en Milán y que quizá por eso no se encontraba ahí porque estaría de viaje.

Bien, pues resulta que se trataba de una jugada al despiste. Ya te hemos avisado que era fuerte. Porque cuando Memé (recordamos que nos referimos a Marta disfrazada) sale del restaurante tras haberse juntado con el resto de trabajadores de la empresa en la que trabaja el chico, lo primero que ha dicho ha sido: "¿A que no sabéis quién estaba sentado en la mesa de al lado…?", y ahí ha sido cuando todas las fichas han caído.

"Era Íñigo Onieva, lo he pillado comiendo con una pivita rubia como yo", para luego añadir que ha sido todo muy rápido y que tres trabajadores han ido a hacer como una especie de muro para que no se les pudiese ver (al marido de Tamara y la chica rubia), por lo que no sabe de quién se trata.

Tras esta exclusiva, los colaboradores no han podido dejar de hablar de ello y de la mala imagen que se estaba haciendo el propio restaurante (vetándole la entrada hasta en tres ocasiones), y también de Onieva, que si ya estaba en el punto de mira tras las palabras de su mujer, ahora quizá va a tener que dar alguna explicación de más…

Los que sí estaban contentos eran los colaboradores de 'Ni que fuéramos', que no han dudado en aplaudir y felicitar a Marta por su arduo trabajo y por haber conseguido la nueva exclusiva sobre el matrimonio del momento. Y es que como en toda buena película de espías, no nos hemos podido levantar del asiento hasta que ha acabado la misión.

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