Tamara Falcó le pide tiempo a Íñigo Onieva

Nunca salen del punto de mira, ya sea para lo bueno o para lo malo. Tamara Falcó e Íñigo Onieva están ahora en uno de sus mejores momentos de la relación, tras un año de la esperada boda, pero nunca han estado exentos de rumores.

Que si infidelidades, graves crisis, dificultades para quedarse embarazados… son varias las veces por las que han ocupado portadas de revista, pero esta vez se trata de un problema en su relación que les impide estar juntos al 100%.

Un problema común

Según publica 'Diez Minutos', la hija de Isabel Preysler ha pedido tiempo a su marido, pero al contrario del "necesito tiempo" propio de las rupturas, esta vez Tamara lo que quiere es tiempo para pasarlo juntos. La marquesa de Griñón e Íñigo, aunque muy enamorados, están pasando más tiempo en aviones, eventos y reuniones que disfrutando de un paseo en pareja, o simplemente una tarde de sofá y peli. Y claro, eso hace que la balanza empiece a inclinarse…

Un matrimonio 'non stop'

Uno de los principales culpables de este distanciamiento tiene nombre: 'Casa Salesas'. Desde que Onieva inauguró este restaurante de lujo en mayo, esa ha sido su absoluta prioridad.

Cuando no ha estado de presentaciones, de cenas de negocios, o capeando críticas (como dicen en la propia revista), Íñigo ha preferido viajar al extranjero para buscar inspiración y seguir mejorando su restaurante en lugar de quedarse en casa junto a su mujer. Y claro, en un viaje a Nueva York donde visitas más de 10 restaurantes en apenas unos días, pues no hay tiempo ni para contestar al móvil.

Por su parte, Tamara, tampoco se queda corta. Si no la vemos en la tertulia de 'El Hormiguero', nos la podemos encontrar de jurado en 'Got Talent', y sino en redes sigue manteniendo su papel de influencer (tiene más de 1.5 millones de seguidores) con diferentes colaboraciones con importantes marcas de maquillaje, moda y hasta coches. Y claro, pues su agenda tiene pocos huecos libres…

El deseo de ser padres, en pausa

Recientemente, como explicamos aquí, Tamara habló de que uno de sus mayores deseos es formar una familia. Tan espontánea como siempre, la marquesa respondió a las preguntas que le hicieron sobre 'el siguiente paso' que quiere dar la pareja, y lo hizo con sinceridad y sin evitar hablar sobre las dificultades a las que se enfrentan pese a los tratamientos que están siguiendo.

Ella confía en "el plan de Dios" mientras reconocía que no quiere forzar nada: "Si se da, fenomenal. Si no, también es parte del camino", comentaba la hija de Isabel Preysler. Eso sí, Falcó aseguró que ni ella ni Íñigo contemplan la adopción como una opción, al menos, de momento.

Ahora, con toda esta complicación para cuadrar agendas, parece que este apartado ha quedado en un segundo plano.

Más amor y menos estrés

Es normal que tanto Tamara como Íñigo pongan mucho esfuerzo en sus carreras profesionales, pero ahora la marquesa de Griñón ha hecho un llamado público a su marido para que encuentre más tiempo para ellos mismos.

Quiere dejar un poco más apartado el papeleo, las agendas, y celebrar el amor. Quizá las fiestas navideñas sean la oportunidad perfecta para reencontrarse, dedicarse más tiempo y volver con las pilas más cargadas para el 2025.