Meghan Markle y el príncipe Harry: ¿invitados en el programa de las Kardashian?

La duquesa de Sussex, Meghan Markle, lleva unos meses muy involucrada en la vida social californiana. La ex actriz, quien protagonizó la exitosa serie 'Suits', se dejó ver recientemente en la fiesta de cumpleaños de Beyoncé, dejándose fotografiar con artistas como Kerry Washington y Kelly Rowland, y también ha coincidido con algunos miembros de la familia Kardashian en diversos eventos del mundo de la cultura y el entretenimiento.

A tenor de lo que dicen ahora supuestos allegados a la esposa del príncipe Harry, esos encuentros con Kim Kardashian y compañía, cada vez más frecuentes, podrían desembocar en una sorprendente aparición de Meghan en el reality de la familia, que se emite en Hulu y Disney+. De hecho, una fuente ha asegurado a la revista Bella que Kris Jenner, matriarca y mánager del clan televisivo, está moviendo los hilos con mucho cuidado para que el sueño de muchos se haga realidad.

"No es una coincidencia que Meghan y las Kardashian se muevan estos días en los mismos círculos", señala un informante para conceder que todo forma parte de una estrategia. Jenner estaría convencida de que contar con Meghan y, si es posible, también con Harry en su programa supondría un salto de calidad, una oportunidad inmejorable para ganar audiencia y cierto prestigio. "Aún es prematuro, pero si consiguiera un mero cameo, ya sería toda una victoria", añade sobre la pareja real, despojada ya de cualquier responsabilidad institucional en la monarquía británica.

Los planes de Kris Jenner se van desarrollando a fuego lento y con apariencia de naturalidad, de acuerdo con estas teorías. "No quiere dar la impresión de que está presionando, pero lo cierto es que el negocio ya está en marcha y podría ser muy lucrativo", afirma la misma fuente. Hay que recordar que, el pasado mes de agosto, Kris Jenner y Kim Kardashian posaron encantadas junto a Doria Ragland, madre de la duquesa, en la gala benéfica 'This Is About Humanity'. Puede que ese encuentro haya supuesto un punto de inflexión, el germen de un rentable vínculo entre dos mundos que, hace tres años, habría parecido imposible.