Jenna Ortega tuvo que estudiar para tener millones de seguidores en Instagram

Jenna Ortega pasaba de las redes sociales pero tuvo que hacer un esfuerzo por su carrera como actriz.

Bang Showbiz

No es ningún secreto que a día de hoy el número de seguidores de una actriz que acaba de empezar en el mundo del cine puede decidir si consigue o no el papel protagonista en una peli importante. Hace tiempo que Jenna Ortega pudo dejar de preocuparse por perder un trabajo debido a su popularidad en las redes sociales porque a día de hoy hay más de 40 millones de usuarios que siguen de cerca todos sus movimientos en Instagram. Eso sí, lo suyo le costó.

Como te venimos adelantando, alcanzar esa cifra no ha sido fácil. Jenna saltó a la fama como actriz infantil en Disney Channel antes de alcanzar un mayor éxito cuando fue elegida para dar vida a la nueva versión de la hija de la familia Addams en la serie 'Wednesday' que Tim Burton ha creado para Netflix. De aquella etapa en la factoría que construyó las carreras de Miley Cyrus, Demi Lovato o Selena Gomez aprendió -a las malas- la importancia de amasar una legión de leales fans.

"Cuando era más joven, nos llevaban a un cursillo sobre medios de comunicación -Disney 101 o algo así- en el que nos decían: 'Vais a publicar tres veces al día. Así es como conseguiréis seguidores, participaréis y promocionaréis nuestro programa". Podías ir a una audición o a una reunión y te decían: "¿Cuántos seguidores tienes?", ha explicado en una conversación con Elle Fanning para Variety.

Irónicamente, no fue suficiente. Su presencia en las redes sociales se puso en duda cuando estaba audicionando para su papel en el spin-off de 'La familia Addams', y en ocasiones todavía no es suficiente. Además, tras el éxito de la serie tiene muy presente que puede meterse fácilmente en "problemas" por cualquier cosa que decida publicar.

"Me pone muy nerviosa publicar o incluso decir algo allí o incluso ser yo misma porque siento que [podría malinterpretarse]", ha reconocido. "Tiendo a ser sarcástica o seca por naturaleza, es muy fácil que me meta en problemas. Quiero que la gente pueda conocer a las personas que están detrás de la cámara y que se dé cuenta de que nunca hay que poner a nadie en un pedestal. Y cuanto más me expongo al mundo, más se aprovecha la gente de eso. Ven tu vulnerabilidad y la tergiversan de una forma que no siempre esperas. Es muy extraño".

Síguele la pista

  • Lo último