Si viajas a Italia no deberías hacer ninguna de estas cosas
Si quieres viajar a Italia, pero que no te miren como a un bicho raro, toma nota de las cosas que no deberías hacer... Y, ojo, porque son costumbres que en España hacemos un día sí y otro... también.
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Italia es uno de esos países europeos a los que se puede viajar por poco dinero. Las compañías de bajo coste han conseguido acercarnos al país de la Dolce Vita, la pasta, la pizza y las Vespas. Y aunque culturalmente los italianos son bastante parecidos a los españoles, hay algunas reglas no escritas que dejan claras nuestras diferencias. En definitiva, si viajas a Italia no deberías hacer ninguna de estas cosas.
Capuchino antes de mediodía
El capuchino es una bebida que suele gustar mucho en nuestro país y, claro, una viaja hasta Italia y quiere descubrir lo bien que se hace en el Bel Paese. Ahora bien, ya te avanzamos que si lo pides después de mediodía, te van a mirar muy raro. Las diferencias entre el norte y sur suelen ser abismales (culturalmente hablando), pero en lo que sí se ponen de acuerdo desde Veneto hasta Apulia es que el capuchino solo se toma para desayunar. Vamos, que si pides un capuchino después de comer te van a mirar como si fueras un marciano recién llegado al planeta Tierra o el mismísimo Torrente.
Si quieres un cruasán, pídelo por su nombre
Hay palabras que se han internacionalizado y ya se usan en gran parte de Europa. Es lo que pasa, por ejemplo, con el cruasán. Esta pieza de panadería de origen francés es la estrella de muchos desayunos, pero si estás en Roma pasando unos días, no se te ocurra pedirlo por ‘su’ nombre porque no te van a entender. En Italia, si quieres un cruasán debes pedir o bien un brioche (si te encuentras en la zona norte del país) o bien un cornetto.
Café: un descanso exprés
Una de las cosas que más suele llamar la atención cuando uno viaja a Italia y se detiene en observar al personal es que las cafeterías o bares son un ir y venir de gente continuo hasta la hora de la comida. ¿El motivo? Cuando se hace una parada en el trabajo, los italianos aprovechan para acercarse hasta el bar más cercano para tomarse un café. Y, ojo, porque es todo un ritual. Llegan a la cafetería, sacan el ticket en la caja, se toman su café como si fuera un chupito y vuelta a las obligaciones diarias. Esto no les lleva más de 5 minutos, pero son más que suficientes para poder intercambiar unas palabras con el personal del establecimiento. Vamos, que lo de sentarse en una terracita a tomar el café prefieren dejárselo a los turistas.
Espaguetis en modo ‘La dama y el vagabundo’
Comer en Italia es un placer para todos aquellos que amamos la pasta y la pizza por encima de todas las cosas. Ahora bien, si no quieres cometer un sacrilegio, deberás tener en cuenta una norma no escrita que es de primero de ‘italianismo’. Los espaguetis no se rompen nunca. Sabemos que puede resultar difícil enrollarlos y es más fácil partirlos para poder cogerlos mejor, pero para ellos es algo parecido a una falta de respeto.
La carbonara perfecta
Y llegamos a otra de las cosas más peliagudas y que más ofenden a los italianos: la pasta carbonara con nata. Esta pasta NUNCA lleva nata, amigas. Los ingredientes son los que son (guanciale, huevos, queso pecorino, pimienta negra y sal) y cualquier otro añadido es una ofensa a la receta original. Vamos, que es algo parecido a cuando nosotros vemos paellas hechas fuera de nuestras fronteras a las que se les añade salchicha, guisantes o cualquier otro ingrediente que nunca asociaríamos a uno de nuestros platos estrella.
Abuelas españolas e italianas: primas hermanas
Y, por último, un consejo que tendrás que poner en práctica si, con suerte, estás viviendo una auténtica ‘inmersión cultural’ y acabas comiendo en casa de la nonna de algún amig@. Las abuelas italianas son muy parecidas a las españolas. Lo de hacer comida para 50 cuando solo hay 5 personas sentadas a la mesa, lo de prepararte tuppers para que tengas comida el resto de la semana y su insistencia para que te alimentes por encima de tus posibilidades es una realidad. En definitiva, cuando te ofrezcan más comida o rellenar tu plato, al menos deberás decir que sí una vez o, de lo contrario, pensarán que eres una persona descortés. Y, para que te hagas una idea de la típica nonna italiana, aquí te dejamos este perfil de Insta que conviene que descubras...
Ahora que ya sabes algunos de los ‘mandamientos italianos’ más importantes, podrás viajar a Italia con la tranquilidad de saber comportarte de acuerdo a sus normas no escritas. Y, si te aprendes alguna que otra palabreja (como Georgina Rodríguez), seguro que te acabas sintiendo como en casa.
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