Rhuka, el restaurante chileno en el que sentirse como en casa: perfecto con amigos o para una cena romántica
En la madrileña calle del Conde de Romanones descubrimos un restaurante que es lo más parecido a la comida de tu madre (aunque no sea chilena).

En Madrid se abren restaurantes prácticamente a diario. Y a pesar de que proliferan como setas, hasta ahora no podíamos encontrar un restaurante chileno de los de verdad en la capital. Hasta que ha llegado Carmen Olguín y nos ha traído Rhuka. Esta palabra significa hogar en el idioma mapuche y supone toda una declaración de intenciones, ya que los platos que sirve Carmen son de esos que calientan el alma, llenan el estómago y te hacen salir más feliz de lo que entraste.

La historia de Rhuka o mejor dicho de su artífice, es curiosa. Hace unas cuantas generaciones, la familia Olguín se trasladó dese España hasta Chile. Allí empezaron a cocinar su tortilla de patatas (en versión española) y guisos con congrio, que en nuestro país es negro, mientras que en Chile es de color naranja y mucho más sabroso. También sucumbieron a la fantasía del completo de Valparaíso (un perrito caliente en versión súper yummy) pero sin olvidar el bocata de calamares. Y ahora, de vuelta al país de sus ancestros, Carmen prepara en Rhuka una cocina mestiza que aúna lo mejor de Chile y España.

Propuesta mestiza para disfrutar con amigas
Rhuka es una de las mejores opciones en la zona de Tirso de Molina para disfrutar con amigas. Es importante destacar que cuentan con opciones veganas en casi todos los platos y, por ello, aquellas que sufren cuando ven una carta sin alternativas, tienen aquí un edén culinario. El local es coqueto, con un salón central a la entrada y múltiples espacios más privados que ocupan lo que en su día fue la Casa del Marqués de Villamejor.
Para empezar, la carta líquida con opciones para todos los gustos. Podemos encontrar cervezas chilenas como la Austral, Kombuchas, batidos típicos chilenos o cócteles como el ¡AyMaría! o el sour de frambuesa sin alcohol. Y con unas gildas y unas sopaipillas (pan chileno de calabaza, servido con aguacate machacado y una mezcla de tomate, cebolla, lima y cilantro machacados) podemos ir abriendo el apetito.

En Rhuka podemos degustar la mejor comida chilena, pero también hay platos que son un guiño a la cocina española y son perfectos para compartir. Encontramos, por ejemplo, la tortilla de papas (con cebollita pochada), huevos rotos o un bocata de calamares XL que se elabora con tempura de cerveza, mayonesa de tajín y tierra de aceitunas.
Quizá no tan fácil de compartir, pero igualmente exquisita, está la parmegiana. Esta receta familiar de berenjenas asadas en capas se sirve con mozzarella romana de anacardos, salsa de tomate casera y parmesano trufado. Y las amantes de la ensaladilla podrán degustar su reinterpretación chilena, gracias a la palta reina de Carmen, un plato de aguacate laminado servido con ensaladilla de bonito del norte, anchoas del cantábrico y huevo duro.

Plan romántico al estilo chileno
Si Rhuka es un restaurante perfecto para ir con amigas, para sorprender a tu pareja no se queda atrás. Y, oye, quizá se puede empezar la velada probando exquisitos platos chilenos y acabarla organizando un viaje al país andino. Desde luego, así deberían ser todas las citas, pero claro, igual el nivel no da para tanto... Escuchamos pero no juzgamos.

Como no hay nada que una más que un buen guiso, en Rhuka hay varios y, déjanos decirte, extremadamente sabrosos. Da igual lo que hayas probado hasta ahora (en general), tienes y debes pedir el ajiaco chileno, una carne melosa, con muchísimo sabor y una combinación que recuerda a hogar (sin importar donde esté localizado). Hablamos de una babilla de ternera gallega cocinada en un caldo de morcillo de ternera gallega, patatas, cebolla, pimientos y zanahorias. Como toppings, huevo poché y piparras. De los platos de empezar a mojar pan y no acabar...

Y si la cita es más en plan elegante (quién sabe), puedes optar por otro plato más fino: un pescado, que siempre da ese plus. En este caso, no solo por el plus, sino por lo rico, porque en la carta encuentras un caldillo de congrio espectacular... Tan sencillo como que, en un fumet de pescado, verduras y hortalizas, pruebas filete de congrio cocinado al momento, patatas y zanahorias, todo aderezado con limón al gusto y cilantro.
Desde luego, es como para dedicar los postres (por cierto, algunos tentando a la vista y otros, como el tiramisú, necesariamente debes pedirlos) a tantear las tarifas de escapadas a Chile...
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