5 planes diferentes para disfrutar de Oporto: desde un baño de bosque a una cena palaciega
La ciudad de Oporto es uno de los destinos preferidos por l@s viajeros españoles. Está muy cerquita de nuestro país, cuenta con una gastronomía exquisita y es fácil de conocer en apenas un fin de semana.

Viajamos hasta Oporto para descubrir algunos de los encantos ocultos que esta coqueta ciudad. En Oporto llueve como tan pronto sale el sol. Los turistas se dejan ver en manada en la Torre de los Clérigos, cruzando por alguno de los puentes que une la ciudad con Gaia o admirando los azulejos de la estación de São Bento que le han valido el reconocimiento como la estación de trenes más bonita de Portugal y una de las más bonitas del mundo.
Hoy, en cambio, dejamos los sitios más turísticos de lado para proponeros 5 planes diferentes que harán que descubras la ciudad desde una nueva perspectiva. Desde un paseo que te llevará por las copas de los árboles, hasta una cena palaciega, pasando por una cata de vino de Oporto en una de las bodegas más icónicas del país luso. ¿Nos acompañas?

Para las amantes del arte: Serralves
Llegar a Serralves no es fácil, pero tanto si te gusta el arte, la arquitectura y la naturaleza, la visita merecerá la pena. La joya de la Fundación de Serralves es su icónica Casa Rosa, máximo ejemplo del art déco en Oporto. En sus orígenes fue la casa privada del segundo conde de Vizela, Carlos Alberto Cabral, aristócrata de la industria textil que había heredado la propiedad de su padre en 1923.
Tras un arduo proceso de restauración que se llevó a cabo aprovechando la pandemia, la casa luce hoy su mejor cara. Acabada de construir en 1940, algo más de medio siglo después (en 1996) las autoridades la nombraron Bien de Interés Público y en 2012, la totalidad del patrimonio construido y natural de Serralves recibió la condición de Monumento Nacional.

La entrada completa al recinto cuesta 24 euros y te permitirá pasar una jornada diferente en Oporto. Podrás visitar el museo de arte contemporáneo, que hasta el próximo 29 de junio alberga la exposición Canción Contemporánea, que exhibe la colección de arte contemporáneo creada por el galerista y coleccionista Mário Teixeira da Silva o la expo Zanele Muholi, activista visual y artista sudafricana, que retrata en sus obras las vidas y experiencias de las personas negras LGBTQIA+, tanto en su país de origen como en varias partes del mundo.
También es interesante descubrir la casa del cine de Manuel Oliveira que cuenta con una zona de exposición permanente y un centro de documentación. Además, se organizan sesiones de cine que acercan la obra de Manoel de Oliveira al público, así como ciclos de cine temáticos y monográficos, retrospectivas, conferencias, ediciones y diferentes programas educativos.
También en Serralves se disfruta al aire libra gracias a su parque de 18 hectáreas. Compuesto por una gran variedad de espacios integrados (de su Treetop Walk os vamos a hablar enseguida) es el lugar perfecto para disfrutar de un refresco o una Sagres bien fresquita, tras una interesante visita cultural.
Baño de bosque
A la hora de buscar planes diferentes, no podemos dejar de lado esas actividades que nos acercan a la naturaleza. Y, justo en el parque de Serralves, tenemos un edén para darnos un intenso baño de bosque gracias a una pasarela de madera de 245 metros de longitud que nos lleva a más de 15 metros del suelo.

Este paseo por las copas de los árboles se inauguró en 2019 para conmemorar el 30 aniversario de Serralves y nos permite observar la fauna y flora circundante. El paseo entre los árboles oscila entre el metro y medio de altura y los 15 metros, pero gracias a la robusta pasarela de madera, apenas hay sensación de vértigo.
El proyecto, diseñado por el estudio de Carlos Castanheira CC&CB arquitectos en colaboración con el arquitecto Álvaro Siza Vieira, destaca por una conciencia ambiental y el respeto por la conservación de la naturaleza y el patrimonio natural. De hecho, una de las grandes preocupaciones para el arquitecto Carlos Castanheira era no dañar el ecosistema y hacer la pasarela sostenible utilizando como material principal la madera tanto en la estructura como en el acabado.
Treetop Walk cuenta con varias zonas de descanso e, incluso, un pequeño anfiteatro que te permite ver las copas de los árboles como nunca antes las habías visto. Allí se desarrollan talleres infantiles o charlas medioambientales, pero también son el lugar idóneo para sacar un libro y pasar un buen rato.
Cena con los Bridgerton
Nos trasladamos ahora hasta el barrio de Cedofeita para disfrutar de una auténtica cena palaciega. Para ello, debemos dirigirnos al hotel de la cadena española One Shot Palacio Cedofeita. El establecimiento de 5 estrellas se alza sobre un edificio construido en 1831 que tiene mucha historia a sus espaldas. No en vano, la que fuera casa de Honório de Lima fue uno de los primeros edificios de la ciudad en tener ascensor.

Hoy, tras una imponente reforma (es posible ver por todo el hotel fotos antiguas del palacio), Palacio Cedofeita es lo más parecido a un oasis en medio de la ciudad. Cuenta con una piscina para aplacar el calor veraniego, suites con terrazas privadas y un gusto por los detalles exquisito. Las pinturas de los cabeceros de algunas habitaciones fueron pintadas a mano por un religioso mientras se llevaba a cabo la transformación del hotel.
Entrar en el restaurante Le Palais es como meterte de lleno en un capítulo de Los Bridgerton o, si se prefiere, en un Versalles portugués. El salón de baile luce tal y como lo hacía hace años. Se ha restaurado de forma impecable, pero todavía contemplamos en sus paredes algunos espejos que son testigos silenciosos de noches gloriosas como aquella en la que María Callas inundó el Palacio Cedofeita con su portentosa voz.

Ahora, por un precio bastante ajustado y sin necesidad de alojarte en el hotel (aunque no vamos a negarlo, esto ya sería un planazo total), es posible disfrutar de una velada única gracias a la propuesta del chef Paulo Oliveira. A la hora del brunch los huevos benedict nunca fallan y aquí los preparan de lujo. Y, si nos vamos a la hora de las comidas o cenas, hay que dejarse seducir por la gastronomía portuguesa. En la carta encontramos pescados y mariscos del Atlántico, con el bacalao como plato fuerte, pero también hay propuestas para los más carnívoros. Y, si te animas a probar cosas nuevas, su reinterpretación del bacalao a bras, pero con pollo, es una sugerencia tan sorprendente como sabrosa.
El arte de la filigrana
El arte de la filigrana tiene en Oporto su mejor exponente gracias a la Casa de la filigrana. En pleno centro de la ciudad, detrás de la plaza de la Libertad, descubrimos este pequeño museo que alberga artículos comprados en subastas de mediados del siglo XIX al XX por parte de la familia de los fundadores Pedro y Luisa Rosas.

Con el objetivo de defender este arte ancestral portugués, en el que finos hilos de oro se tuercen en delicados patrones similares a encajes, este taller, museo y boutique es una experiencia diferente que permite conectar con el Oporto de antaño. En una mesa de trabajo, dos maestras filigranistas hacen que lo difícil parezca sencillo. Con una precisión de cirujanas, van torciendo los hilos dorados creando piezas únicas.
De forma regular se organizan talleres para que el público tenga un contacto más cercano con la técnica de la filigrana. Las participantes aprenden a trabajar los hilos de filigrana con pinzas, utilizando las técnicas principales de espiral y escala para llenar la estructura de una pieza de joyería, como un corazón. Tiene un precio de 30 euros por persona y dura unas dos horas aproximadamente.
Descubriendo Gaia
Para que la visita a Oporto sea completa, no debe faltar la visita al otro lado del Duero. Y, aunque técnicamente, ya no es Oporto, sino Vila Nova de Gaia, esta ciudad nos ofrece una perspectiva única del río con los rabelos (los barcos que transportaban las barricas de vino de Oporto desde los viñedos hasta las bodegas de Gaia), el puente Don Luis I (el arquitecto Teófilo Seyrig se alzó con el proyecto, dejando a su maestro Eiffel fuera), y las casitas en la ribera que constituyen una de las imágenes más representativas de la ciudad portuguesa.
Si por algo es famosa Vila Nova de Gaia es por concentrar el mayor número de bodegas de vino de Oporto. Hay quien dice que son más de 60. Y tanto si te gusta el vino de oporto como si no es lo tuyo, una visita a alguna de las más reconocidas siempre resulta interesante.

La más famosa es, sin duda, la de Graham’s, que alberga en la actualidad más de 2.000 barricas de roble y casi medio centenar de ‘balseiros’ (grandes barricas de roble) de vino de Oporto, así como amplias bodegas con maduración en botella. Sin duda, pasarás un rato interesante intentando descubrir las botellas que aún se conservan del año de tu nacimiento o, incluso, del de tus antepasados. Y, tras el recorrido guiado, la guinda final es la cata premium de 3 vinos de Oporto que podrás degustar o bien con queso o algún pastelito de nata.
Vamos llegando al final de este paseo por Oporto que nos ha permitido descubrir 5 planes diferentes en una ciudad que enamora y que nos llevarán a disfrutar de un baño de bosque, una casa rosa en la que ya nos gustaría vivir, o una cena palaciega al más puro estilo de Versalles.
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