Un paseo por el pueblo de Zamora en el que el tiempo parece haberse detenido
A escasos kilómetros del único lago de origen glaciar en España, descubrimos un pueblo que, de lo bello que es, parece sacado de 'El show de Truman'.

De Sanabria al cielo, rezan las pegatinas de algunos coches que circulan por Puebla de Sanabria. Y podríamos pensar que es una especie de chovinismo rural, pero lo cierto es que este pueblo medieval tiene un nosequé o quéseyo que enamora a todo aquel que lo visita. No en vano, desde 2017 forma parte de la asociación de Los Pueblos más bonitos de España.
Lo primero que debe saber la lectora es que, para recorrer Puebla de Sanabria, se necesita calzado cómodo y algo de energía para subir por las empinadas cuestas del municipio. Pero vayamos por partes y situemos a quien no ha estado nunca por estos lares.

Puebla de Sanabria se encuentra en Castilla y León y, más concretamente en la provincia de Zamora. Situado en la comarca homónima, este pueblo que cuenta con unos 1.500 habitantes es el mejor ejemplo de arquitectura medieval bien conservada. Está, además, tan limpio que parece un plató de película en el que las casitas no son reales, sino que están levantadas con cartón piedra. No es el caso, ya que Puebla de Sanabria fue un asentamiento prerromano hace ya unos cuantos siglos.
Puebla de Sanabria: un escenario de película
El castillo de los Condes de Benavente nos da la bienvenida cuando nos acercamos a la villa. Tan majestuoso y tan en lo alto que nos entran sudores fríos solo de pensar en subir a pie por la escalinata que va recorriendo el cerro. En invierno uno puede acceder a la zona del castillo en coche, mientras que en verano (que la población llega a triplicarse) es una misión imposible. Construida en el siglo XV, esta fortaleza domina el paisaje y ofrece unas vistas impresionantes del valle y el río Tera.

Llega el momento de poner un pie (o los dos) en el centro histórico, un laberinto de callejuelas flanqueadas por casas de piedra con balcones de madera. Las flores en las ventanas y las fachadas medievales crean un ambiente único y nos obligan a sacar fotos desde todos los ángulos posibles sin descanso.
Además del casco antiguo, las amantes de la historia y la arquitectura, deberían descubrir la iglesia de Nuestra Señora del Azogue. De estilo románico y levantada en el siglo XII transporta a sus visitantes (sin necesidad de montar en un DeLorean) a tiempos pasados de fe y tradición. La ermita de San Cayetano es otro de los puntos de interés que una no debería perderse. Este pequeño templo es sencillo, pero resulta de lo más místico gracias al entorno natural que lo rodea.

También son imprescindibles el museo de Gigantes y Cabezudos, la estación de tren y, cómo no, la gran cantidad de bares y restaurantes que ofrecen las especialidades de la tierra y demuestran que aquí las carnes, pescados, frutas y verduras tienen un sabor ‘de verdad’ a la vez que una calidad excepcional.
Gastronomía... a la sanabresa
Ya que nos hemos metido en materia gastronómica es momento de hablar de los platos que hay que probar si visitas Puebla de Sanabria. La pena es que los pinchos morunos del bar Buenos Aires ya no están disponibles. El local cerró hace años y la que escribe todavía recuerda el ambiente que se respiraba en el establecimiento, con servilletas por el suelo y esos pinchos que te llenaban el estómago y el alma.

No es momento de ponerse a dar nombres de restaurantes (por aquello de que por allí nos conocemos todos y pueden surgir rencillas), pero sí os animamos a probar algunas de las especialidades de la zona: el pulpo a la sanabresa (que sepáis que el que mi abuela sacaba el día de la Asunción perdurará para siempre en mi memoria y en la de algunos vecinos del pueblo de Lagarejos), la ternera, el caldo sanabrés, los habones de Sanabria (exquisitos, pero que te pueden dar la tarde), las truchas de río o las setas y boletus son solo un ejemplo de que a Sanabria se va a disfrutar… comiendo.
De hace unos años a esta parte, mucha gente se ha animado a conocer este paraíso natural y en verano las infinitas casas rurales de la zona acaban colgando el cartel de ‘completo’. Y es que caminando por Puebla de Sanabria uno nunca sabe a quién va a encontrarse… quizá a Sergio Dalma que tiene casa en la zona (¿os acordáis de su canción ‘Bailar pegados’ o sois demasiado jóvenes para recordarla?) o, por qué no, al mismísimo Bizarrap, que hace tiempo descubrió ‘in situ’ las maravillas de este pueblo de Zamora en el que el tiempo parece haberse detenido.
Síguele la pista
Lo último