El croissant con forma de churro que arrasa en París cuesta solo 4 euros
Viajamos hasta la ciudad del amor para descubrir un tesoro. Y no, no hablamos ni de la Torre Eiffel ni del Louvre.
Bomba crujiente: qué es el 'flat croissant' y por qué hay que probarlo

El Hotel Ritz Paris es sinónimo de lujo, elegancia y tradición. Situado en la mítica place Vendôme, este icónico hotel ha sido durante más de un siglo el refugio de celebridades y aristócratas. Por allí han pasado, desde Coco Chanel hasta Kylie Jenner o la mismísima Rosalía.
Mas allá de su opulencia y el lujo que se disfruta en sus suites, el Ritz también es famoso por una gastronomía excepcional, mereciendo especial atención Le Comptoir, su exclusiva pastelería a la que se puede acceder por el número 38 de la rue Cambon.

Entrar en Ritz Paris Le Comptoir es acceder al paraíso de los amantes del dulce, un edén que une el reflejo de la artesanía de la panadería francesa a la tradición culinaria de una de las instituciones más respetadas de la alta cocina.
En definitiva, decidir qué probar en Le Comptoir es difícil, y, por ello, nos decantamos por el máximo exponente de la pastelería francesa: su croissant. Ahora bien, en este caso, François Perret le ha dado una vuelta de tuerca y lo presenta con forma de porra, textura de churro y un packaging que no te deja claro si lo que alberga en su interior es una joya de varios kilates o un dulce que llevarse a la boca.
Dice Perret (nombrado Mejor Pastelero de Restaurante del Mundo) que la forma recta de este bocado es para que sea fácilmente transportable, mientras que las estrías (que le hacen más similar a un churro) le aportan un extra de crujiente.
François Perret mantiene una bonita historia de amor con la pastelería francesa desde su más tierna infancia. Y tras un periplo por las grandes casas francesas, llegó al Ritz París en 2016 para firmar la renovación de su pastelería.
Los croissants, que generalmente muestran una forma de media luna, tienen sus raíces en Viena, aunque fueron perfeccionados en Francia. La receta moderna del croissant fue popularizada en París en el siglo XIX, y hoy en día es un emblema de la panadería francesa. Sin embargo, en el Ritz Paris, el croissant no es solo un producto básico, sino un bocado dulce que se elabora con una especial atención al detalle. El proceso de laminado y reposo del croissant puede llevar hasta 48 horas y se elabora con ingredientes de máxima calidad, como la mantequilla de la región de Charentes.
¿Qué tiene de especial el croissant del Ritz?
En España podemos conseguir un croissant en condiciones (hablamos de aquellos artesanos que no vienen envasados en bolsa) por algo menos de 2 euros, mientras que en París los precios suben considerablemente. Ahora bien, el de Le Comptoir cuesta tan solo 4 euros y está arrasando por igual entre parisinos y viajeros.
Más allá del placer que provoca llevarse un trocito de este croissant a la boca después de haberlo mojado en un café de especialidad, visitar este obrador es una experiencia única, pues una no siempre tiene la oportunidad (y el presupuesto) para poder disfrutar en un establecimiento de la categoría del Ritz París Le Comptoir.
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