La Biblioteca Pública de Nueva York: 7 curiosidades y un planazo con el que pasarás a la posteridad
Viajamos hasta la Gran Manzana para descubrir una de las bibliotecas más icónicas del mundo. Y, ojo, porque te proponemos un planazo que te permitirá dejar una huella imborrable.
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No hace falta ser una amante de la lectura para disfrutar como una enana en la Biblioteca Pública de Nueva York. Situada en un impresionante edificio en pleno Midtown en Manhattan se ha convertido en un icono para viajeras de todo el mundo. Ya sea por su impresionante arquitectura, por los tesoros que alberga o por ser escenario de algunas películas icónicas (sí, desde Spider-Man hasta Desayuno con diamantes), este espacio alberga más de 54 millones de artículos, desde libros, libros electrónicos y DVD hasta reconocidas colecciones de investigación utilizadas por académicos de todo el mundo.
Hoy vamos a descubrir algunas curiosidades y, además, te vamos a proponer un planazo: dejar una huella imborrable en la biblioteca que perdurará durante siglos, ya que es posible dedicar un libro a quien tú quieras.

Algunas curiosidades de la Biblioteca Pública de Nueva York
Lo primero que debes saber es que la Biblioteca Pública de Nueva York es una institución que tiene sedes en tres distritos de la Gran Manzana. En el Bronx, Manhattan y Staten Island podrás encontrar hasta 92 sucursales que se distinguen fácilmente gracias a los carteles con su icónico león. Ahora bien, hoy nos vamos a centrar en el edificio principal: el Stephen A. Schwarzman Building.
Este edificio era conocido como Main Branch hasta 2008, que recibió el nombre de Stephen A. Schwarzman Building gracias a la donación de 100 millones de dólares que este empresario hizo a la institución. Y es que, aunque la biblioteca es de carácter público, tiene una gestión privada en la que el ayuntamiento de la ciudad es, por decirlo de alguna manera, un donante más.

La Biblioteca Pública de Nueva York fue creada en 1895 gracias a la fusión de tres instituciones: la biblioteca Astor, la biblioteca Lenox y la biblioteca Tilden. Y unos cuantos siglos atrás, en el lugar que hoy ocupa el Main Branch, había un embalse que proveía de agua potable a la ciudad. Hoy en día, existen vestigios de este embalse en el interior del edificio.
Salimos ahora al exterior para conocer algo más sobre la historia de los leones que flanquean el edificio. Llamados originalmente Leo Astor y Leo Lenox, en honor a los dos principales fundadores de la biblioteca, fueron rebautizados en la década de los años 30 como Patience (paciencia) y Fortitude (fortaleza). ¿El motivo? Tras la Gran Depresión se convirtieron en dos características indispensables para superar la crisis financiera.
¿Qué tesoros alberga la Biblioteca Pública de Nueva York?
La sala más famosa de la biblioteca es la Rose Main Reading Room. Con el tamaño de un campo de fútbol y rodeada de estanterías con miles de libros, deleita a lectoras y curiosas con los impresionantes frescos que se encuentran en el techo.
Más allá de su fondo documental, la biblioteca también alberga algunas piezas únicas, como la carta en la que Cristóbal Colón anunció el descubrimiento de América (de 1493), la funda de tabaco de Truman Capote, una copia de la Biblia de Gutenberg e, incluso, mechones de pelo de escritores como Charlotte Brontë, Walt Whitman o Mary Shelley. Y seguimos con otros tesoros, como los aproximadamente 40.000 menús de restaurantes que se conservan para la posteridad o el abridor de cartas favorito de Charles Dickens.

Llega el momento de hablar de libros y hacemos referencia a ‘The Sun’ de Harry Crosby, el volumen más pequeño de la biblioteca, con tan solo 2,54 cm de alto por 1,9 cm de ancho. En el lado opuesto, descubrimos ‘The Birds of America’ de John James Audubon con casi un metro de alto por 66 cm de ancho.
Hemos hablado de un planazo único en la Biblioteca Pública de Nueva York. Podría ser un paseo por alguna de sus exposiciones temporales o una visita guiada por el edificio, pero nos referimos a algo mucho más profundo: dejar tu huella en la institución para siempre. ¿Y cómo? Pues financiando un volumen de la biblioteca al que le podrás incorporar una dedicatoria.

Como ya hemos dicho, la Biblioteca Pública de Nueva York se sustenta gracias a donaciones privadas y, precisamente, de eso trata el planazo que proponemos. Puedes donar una cantidad de dinero (el donativo más frecuente es de 35 dólares) y un libro de la biblioteca llevará el nombre de quien tú elijas.
Una vez hecha la donación (aquí te dejamos el link), se imprimirá la dedicatoria y se colocará en un libro que circula en la Biblioteca Pública de Nueva York. Además, puedes enviar una tarjeta electrónica o descargar una para entregársela a la persona homenajeada. A tus abuelos (que ya no están a tu lado, pero te inculcaron el amor por la lectura), a tus padres (que se muestran orgullosos de tus logros) o, incluso, a tu mejor amiga (con la que deberías planear un viaje a la Gran Manzana) podrían ser algunos de los destinatarios.
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