Una hamburguesa smash que culmina con una de chocolate, muy 'jevi'

Si eres de las que siempre está en busca de experiencias gastro nuevas y emocionantes, prepárate para conocer Jevi Jaus, la marca que ha llegado a Madrid con una propuesta de hamburguesas que fusiona tradición, modernidad y mucho rollo callejero. Desde su menú disruptivo hasta su enfoque sostenible, esta marca te invita a romper las reglas del típico delivery y. déjanos decirte una cosa muy importante: no solo lelga en unos envases chulísimos, que también, sino que la calidad es increíble y, ojo, sus hamburguesas llegan calentitas. Si pides mucho a domicilio, ya sabes de lo que hablamos, puntísimo a favor.

Algo que destaca (y sorprende, viendo las tendencias actuales) de Jevi Jaus es su carta breve, pero muy potente, que incluye recetas como la hamburguesa de rabo de toro deshilachado, inspirada en un plato premiado del restaurante familiar de los fundadores, Fernando y Cristian. ¿No comes carne? No hay problema. Su opción vegana con alcachofa a la plancha, salsa Romesco y queso vegano es tan atrevida como riquita. Además, todas las opciones pueden ser adaptadas para celíacos.

Hay opciones originales, sin duda, incluso con salsa de trufa, pero vamos a ser puristas: en Jevi Jaus eligen carnes de Ávila de buena calidad, panes tradicionales, patatas de las ricas... En nuestro caso, nos quedamos con la Big Patty, su hamburguesa 'smash' doble con salsa Jevi Jaus, mayonesa, queso cheddar, tomate, lechuga, cebolla morada salteada y pepinillos. Una clásica.

Y, después, a innovar en el final del menú, en su riquísimo postre.

Siempre hay que dejar hueco para las Sweet Burgers

Si creías que las hamburguesas eran solo para los platos principales, Jevi Jaus tiene algo que decir al respecto: las Sweet Burgers de postre. Estas pequeñas joyas son la guinda del pastel en su menú y, de verdad, merece la pena probarlas.

En concreto, tienen dos versiones que sin duda hay que probar: Sweetburger con helado de vainilla con chocolate y almendras, fondue de chocolate blanco y crema crunchy de chocolate con leche y amburguesa de kit kat de Nutella, con helado de vainilla y toblerone. No queremos ofender pero lo decimos: mejor que un panettone o un roscón. Ahí es nada.