"Con 'Z' de 'El Zorro'": mi 'epic fail' telefónico deletreando mi primer apellido (en inglés)

Mal vamos.

Carmen Raya con bocadillo sobre ligar y la dignidad
Carmen Raya con bocadillo sobre ligar y la dignidad / INSTAGRAM

'It's' one of the things that I hate the most about living in LA (es una de las cosas que más odio de vivir en LA). Desde que puse un pie en esta adorable ciudadsin aceras que odia a los peatones, TODOS mis amigos, conocidos, vecinos y demás seres humanos que residen en España y con los que mantengo algún tipo de relación vía telefónica, por correo tradicional o electrónico o por paloma mensajera me dicen lo mismo: "Bueno, ya serás bilingüe". Y mirad, solo tengo una cosita que deciros: "It's going to be that not" (va a ser que no).

Porque aunque para entrar en la universidad de Los Ángeles (y no de San Rafael) me pidieron sacarme uno de esos títulos maravillosos de inglés que luego te sirven para secarte las lágrimascuando te das cuenta de que no sabes ni pedir un café (y mucho menos entender a la primera el 'jotorais' que sale de la boca del camarero y que significa, ojito ahí, 'hot or ice'), resulta que lo de ser bilingüe no pasa así 'from the night to the morning' (de la noche a la mañana). Vaya, que esto no es como cuando a Peter Parker (Pedro Parqué) le picó la araña y a la mañana siguiente estaba saltando de un rascacielos a otro.

Así pues, y aunque yo llegué aquí con un nivel de inglés bastante decente gracias a la Escuela Internacional Quijote Land, de cuyo nombre sí quiero acordarme y que está ubicada en mi adorado Albacete (nadie podrá decir que no meto bien las cuñas publicitarias como buena embajadora no oficial albaceteña que soy), la verdadera prueba de fuego (proof of fire) llegó cuando tuve que hablar por teléfono con mi seguro médico y deletrear mi nombre entero.

Totalmente cierto, aunque ya no sea un 'kid', pero no adelantemos acontecimientos. Primero quiero recordaros a todos los que estáis viviendo una vida plena y sencilla en vuestro idioma materno que lo que nadie os cuenta de mudarse a un país del que no dominas el idioma es que hablar por teléfono es tu peor pesadilla. La peor. En serio. 'Little bit joke with this' (poca broma con esto). Porque si no entiendes lo que te dicen estás sold (vendido). Pero es que si ellos no te entienden a ti estás ya vendidísimo (a lot of sold). Pero empecemos por el principio.

De esto que decido que tengo que llamar a mi seguro médico porque oye (listen), así como que en pandemia voy a asegurarme de que está todo en regla (everything is in rule), de que los recibos están pagados (God bless seguridad social española) y ya si eso lo mismo hacerme alguna que otra revisión que he estado posponiendo año y medio porque como que no me veo yo capacitada para ir al ginecólogo en inglés y, como mujer adulta que soy de 36 años, he decidido que prefiero no hacer el ridículo sin bragas en cualquier otro ámbito que no sea el sexual en país ajeno (un beso a mi familia desde aquí y a mi ginecóloga española).

Así que nada, levanto el teléfono (nací en 1984, así que yo sigo levantando el teléfono), marco y me digo a mí misma: "Tú puedes". Aunque he de decir que desde que lo levanto hasta que marco pasa el mismo tiempo que lo que tardaba en tirar de la cera caliente pegada en mis inglés en mis veintitantos (God bless la depilación láser). O sea, que lo mismo tardé 30 minutos en marcar mientras ya empezaba a notar las primera gotas de sudor frío caer por mi espalda.

Efectivamente, esa era yo, pero sin ir vestida de princesa. The case (el caso) que me coge el teléfono un chico llamado Michael y me dice que en qué me puede ayudar. Y, minipunto para mí, le entiendo perfectamente y lo celebro de manera comedida (como soy yo).

Así que le digo que quiero consultar un par de cosillas (consulting a couple of things) y Michael me dice que necesita mi nombre completo. "Mira, esta es fácil", pienso yo sin saber la que se me venía encima (without knowing what was coming above of me). "My first name is María del Carmen", le digo. Tras unos largos segundos de silencio, Michael se disculpa y me pide si puedo repetir.

[Nota al lector. En EE.UU por normal general el 'first name' es una palabra, por ejemplo Michael, y solo tienen un apellido, no dos].

Ajá. Ok. Es entonces cuando le digo que mi primer nombre está compuesto por tres palabras. La primera María, la segunda del y la tercera Carmen. Todo esto en inglés y deletreando, claro está. Total, que yo me imaginaba al pobre Michael tal que así, no solo por mi pronunciación, sino por el hecho de que mi nombre son tres palabras.

Pero Michael me entendió y fue entonces cuando le avisé de lo que iba a venir a continuación: "Tengo dos apellidos. Así que te deletreo el primero y luego el segundo". "Muy bien", dijo Michael. Y yo, amigos, pensé que todo iría bien, pero NO.

"G, I, M, E, N, E, Z", dije yo deletreando cada letra. "Vale, déjeme que lo repita para ver si lo he entendido bien", me dijo Michael. "G, I, M, E, N, E, S", me repite. Y esta fui yo:

"S", me dice aquí mi primo Michael. "¡S!", me dice. ¿Pero cómo podía ser que no hubiese entendido mi maravillosa pronunciación de la 'Z'!? Yo, que he estudiado inglés en 'Harvardcete'. Total que me digo, "Carmen, tranquila, dile una palabra que empiece por zeta y arreglado".

"Michael", le digo como si nos conociésemos ya de toda la vida, "it's not a S at the end, it's a Z as in Zoo" (que de sonido sería algo así como 'su' pero haciendo una vibración en la s de 'su' que, como podréis comprobar a continuación, claramente no me sale). Total, que le digo eso a Michael y me quedo esperando una respuesta tal que así:

Tras unos segundos que a mí me parecieron horas me contesta: "So, it is a S as in Shoe". O sea, que en vez de 'su', yo había dicho 'shu'. Que manda narices que el muchacho entendiese 'shoe' cuando en español es zapato con Z de Giménez. En serio, es que estas cosas solo me pasan a mí.

Pero claro, la que habla inglés de cuna no soy yo, así que por eso mi cara (la que Michael no vio) fue esta:

"Carmen, esto puedes remontarlo, piensa en otra palabra que empiece por zeta y se la pronuncias mejor", me dije a mi misma. "Hecho", me contesté. Y como de reino animal iba la cosa, me decidí por la palabra 'zebra'. Así pues, me armo de valor telefónico y le digo a mi buen amigoMichael que es "Z as in Zebra". Pero como en las mejores películas de Hollywood, el guion dio un giro inesperado.

"Ah, ok. So, it is a C ('sí', pronunciado) as in Charlie", me dice Michael. Y yo ya...

¿Pero qué había hecho yo para merecer este sufrimiento idiomático? ¿Por qué esta cruz (con zeta) de que mi apellido termine en una letra de cuya pronunciación no domino? Y aunque en ese momento debí decirle que lo dejase y que me pasase con el departamento de atención al cliente en español (sí, amigos, aquí en casi todas partes hablan también español, pero yo prefiero torturarme primero), preferí humillarme por completo.

No me preguntéis por qué, pero mi cerebro decidió que nombrar el título de una película estrenada en el año 1998 solucionaría el problema. Sin más dilación, he aquí lo que salió de mi boca: "Well, it's not a 'C' as in Charlie', it's like the word zorro.. like the movie 'The mask of Zorro'".

[Sonido de grillos]

Antonio Banderas, no tengo palabras para disculparme. No sé qué cable se desconectó de mi cerebro para pensar que eso era una buena idea. Obviamente Michael, desesperado, pero siempre educado, me dijo que "creo que será mejor que le pase con un agente español porque estoy teniendo problemas para entenderla correctamente".

Y bueno Michael, que yo lo entiendo, pero me dolió. Las cosas como son. Aunque más me dolió cuando la chica que me atendió en español, y tras buscar mi nombre de 13.526 maneras en su base de datos, me informó de que los del seguro habían decido que mi nombre (first name) iba a ser "Mariadelca". Todo junto, sin espacios y sin respeto por un nombre que sí, será largo y tendrá tres palabras, pero es mío y es precioso.

Así pues, amigos, una personalidad más que se suma a las cuatro que tengo en mi programa 'The Latte Show con Carmen Raya' del que podéis disfrutar en riguroso falso directo todos los martes, jueves y sábados por la mañana en mis Stories de Instagram. En él hablo con las 'influencers', no digo más.

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