El SIDA en 'La Bella y la Bestia': Disney vuelve a hacernos llorar con una historia oculta

Si pensabas que lo más trágico fue la muerte de la mamá de Bambi...

Imagen Bella y Bestia
Imagen Bella y Bestia / D.R.

Cuenta la leyenda que una vez una persona consiguió no llorar viendo una película de Disney (y no era Mónica Naranjo, que no lloró, Aitana, no lloró). Y es que tanto si eres fan como si no, sabrás que en la mayoría de las historias de dibujos que nos cuentan a través de la pantalla lo que está presente por encima de todo es el drama. Bien de traumita desde los 5 años con la muerte de la mamá de Bambi, ¿recuerdas? Pero lo cierto es que en realidad, Disney nos ha estado preparando para la vida real, la que no es de cuento, la que tiene luces y sombras... En la que se sufre. Eso mismo hemos descubierto en un documental muy necesario e interesante de Disney+, donde hemos conocido de cerca la historia oculta en la peli de 'La Bella y la Bestia'... Sobre el SIDA.

Después de conocer esta historia... No verás la peli con los mismos ojos. Atiende:

Tras muchas películas se esconden mensajes ocultos o metáforas que siendo niños no pillamos fácilmente, pero ya sabes que Disney trabaja también para mayores, por eso pensamos que esta historia es importante: tenemos que hablar de la muerte de Howard Ashman, el creador de las canciones de 'La Bella y la Bestia', que falleció a causa del SIDA y que ahora podemos conocer más de cerca en este documental donde vemos cómo la enfermedad estaba conectada con su trabajo en el film.

El docu habla de la vida y la carrera de Howard Ashman, dramaturgo y creador del musical 'La tienda de los horrores' además de ser el responsable junto a Alan Menken de las canciones de 'La Sirenita', 'La Bella y la Bestia' y 'Aladdin'. Míticas ellas.

En el documental podrás conocer todos los detalles de su vida y su trabajo, pero lo que tienes que saber es que este hombre sentía una enorme conexión con la animación y las historias que contaba Disney, de ahí que años después pasara esto.

Tristemente para él, en su mejor momento profesional, Ashman recibió la peor de las noticias: había sido diagnosticado con VIH/SIDA pero había decidido ocultarlo mientras trabajaba en la producción de 'La Sirenita' y no fue hasta la noche en que ganó un Oscar por ello cuando soltó prenda a su compañero Menken.

Según se sabe, sufría neuropatías que le hacían muy difícil trabajar pero él siguió escribiendo música para 'Aladdin' hasta ser ingresado por última vez en el hospital y justo antes de que 'La Bella y la Bestia' llegara al cine. Qué penita...

Murió un 14 de marzo de 1991 y Disney le dedicó la película: "A nuestro amigo Howard, que le dio a una sirena su voz y a una bestia su alma, siempre estaremos agradecidos". ¿Por qué su alma a una bestia? Pues aquí la conexión y el enigma:

'Asalto al castillo (en inglés The Mob Song)' está totalmente conectada con su estado de ánimo y con cómo la enfermedad le afectó, a él y la sociedad. Seguro que ahora la escuchas de forma diferente.

"Esa bestia es muy feroz y una noche atacará

Devorando a nuestros hijos con su instinto criminal

Esta aldea está perdida si la bestia llega aquí"

¿Lo ves? La sociedad vivía con miedo durante la época de los 90 y culpaba al colectivo homosexual, estigmatizado por el virus y abandonado.

En el año 2017, Bill Condon, el director de la peli de acción real de 'La Bella y la Bestia' compartió la historia de Ashman en una entrevista para Attitude y fue muy claro. "Para Ashman, era una metáfora del SIDA. Fue víctima de una maldición y esa maldición trajo pena a todos los que lo querían y pensó que quizá existía la posibilidad de un milagro, una manera de levantar el hechizo. Fue muy concreto en lo que hizo".

Lo cierto es que ahora lo entendemos todo y aunque es una historia muy dura... Es bonito recordarlo y entenderlo de esta forma, ¿no crees?

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