Shawn Mendes, el chico bueno que coquetea con el lado oscuro
Apartad a Justin Bieber, por si acaso.

Hasta la fecha, Shawn Mendes se ha perfilado como una de las nuevas estrellas de la industria musical y una de las pocas que gusta por igual a padres e hijos gracias a sus letras en las que evita las groserías y sus videoclips para todos los públicos. Sin embargo, tal y como ha insinuado ahora él mismo, el futuro podría deparar cambios importantes para él, que a sus 19 años no parece estar dispuesto a continuar siendo eternamente la opción descafeinada del pop.
"Creo que he sido muy afortunado de contar con un círculo de personas de confianza. Soy un chico normal; nadie de mi alrededor me halaga más de la cuenta y siempre están ahí para apoyarme cuando lo necesito. Me parece que son dos requisitos imprescindibles para mantener los pies en la tierra", reflexiona el canadiense en una nueva entrevista a Wonderland acerca de las razones por las que él no ha acabado saliéndose del buen camino como sí hicieron ídolos juveniles de la talla de Justin Bieber tras años cultivando una imagen angelical, antes de reconocer con objetividad que aún es pronto para descartar que siga sus pasos.
"Nunca se sabe, la verdad... Dame un par de años y puede que tengas que retirar todas las cosas amables que acabas de decir sobre mí. Lo cierto es que no he tenido oportunidad de arruinar mi reputación. Solo necesito aguantar un par de años más, ¡así que no me gafes!"
Por mucho que él le reste importancia, el aura de chico bueno que rodea al cantante es un pilar más de su éxito y uno en el que ha invertido mucho esfuerzo por una buena razón. El hecho de que su base de fans esté formada en su mayoría por adolescentes impresionables es algo que Mendes tiene muy presente en todo momento.
"Ojalá pudieras ponerte en mi lugar durante un par de horas. Es difícil comprender la magnitud de tu responsabilidad cuando publicas algo online; cuál es el alcance real de lo que dices. Creo que en realidad nunca llegas a asimilarlo, porque resulta imposible imaginar que estás hablando con 30 millones de personas. Una vez dicho eso, yo intento tenerlo en cuenta. No comparto estupideces en las redes sociales. Soy consciente de que ya están repletas de contenido negativo, así que si voy a añadir algo de mi propia cosecha, me he impuesto como norma hacer que sea una contribución positiva".
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