Ruth Lorenzo lo pasó fatal durante la retransmisión de las votaciones de Eurovisión

En Eurovisión, la ilusión de perder nunca falta, como tampoco innumerables anécdotas que cubren todas las páginas del cuore al día siguiente. Después del 'Chanelazo' de 2022, que nos subió la autoestima como nunca antes debido a que España no quedó en mal lugar, teníamos todas nuestras ilusiones puestas en Blanca Paloma, que finalmente quedó en el puesto 17 tras 5 puntos que recibió en el televoto. Pero no fue la única prota, Ruth Lorenzo también lo fue. Atiende.

A pesar de no habernos llevado una vez más el micrófono de cristal (cosa que no puede decir Loreen, que ya tiene en su haber dos estatuillas como esta), sí que nos vamos con la satisfacción de haber presenciado un 'show' único en el que nuestra representante Blanca Paloma lo dio todo con su nana tecnoflamenca. Asimismo, quedan para el recuerdo actuaciones como la de Finlandia, con un despliegue de movimiento pocas veces antes visto, los 'village people' de Croacia o las eternas baladas que ya no sabemos a qué país nórdico pertenecen.

No cabe duda de que lo que genera más interés son las actuaciones y las votaciones, pero más que por lo que lleven puesto sus presentadores (seguimos cagadas de miedo con el amante del 'bondage' de Islandia), pero estas últimas nos hacen más tilín más por saber la caridad del resto de países con nuestra actuación. Por supuesto, también nos llama mucho la atención saber quién se encarga de darlos desde España.

Esta vez ha sido Ruth Lorenzo, que en su día representó también a nuestro país en el concurso, quien ha tomado el relevo de Nieves Álvarez y ha otorgado la puntuación a cada país. Para la ocasión, la también presentadora de 'Cover Night' optó por lucir un bonito vestido negro con el que más de uno ha encontrado parecidos más que razonables nada más y nada menos que con Georgina Rodríguez. La verdad es que sí, que se parecen un poquito.

El caso es que ella hizo su trabajo y adiós muy buenas, le tocaba entonces votar al siguiente país. Sin embargo, muchos también criticaron (se nota que meterse con los demás es gratis) que Ruth apenas se moviera de su sitio, lo que podría deberse quizá a los nervios o a la tensión que tenía al encargarse de algo tan importante.

Pero nada de eso, según lo que ha contado ella misma. "He tenido que estar quietísima porque justo detrás de mi hay un chiringuito que he tenido que tapar. Eso me ha puesto bastante tensa", dijo desde Benidorm.