Rosa López y las tres mentiras para entrar en 'Operación Triunfo' que nos creímos

Sigue siendo nuestra preferida.

Rosa López en un photocall
Rosa López en un photocall / GTRES

Rosa López ha sido la invitada del programa 'Lo de Évole', y la entrevista no es una más en su carrera. La cantante ha confesado que mintió tres veces para entrar en la Academia de 'Operación Triunfo', no te vayas pero coge una silla. Esto es INESPERADO.

Han pasado 20 años desde que la andaluza pasara (y ganara) el talent show de RTVE. Su victoria transformó su vida, y esto es lo que ahora ha querido saber Jordi Évole en su entrevista. Entre las muchas cosas que nos ha contado 'Rosa de España', hay tres que son una novedad absoluta y que nos han dejado más sorprendidas que Kanye West al enterarse de que no va a ir a los Grammy 2022 (es cierto, no va a ir).

Rosa no tocaba el piano

¿Lista para saber la verdad y nada más que la verdad? Pues aquí tienes la primera mentirijilla de la de Granada para entrar en 'OT': sucede que no tocaba el piano, que se lo inventó para poder concursar. ¿Cómo te quedas? Pues espérate que hay más.

Una vez dentro, la granadina tuvo que lidiar con la realidad y con sus propias mentiras, experiencia que ahora recuerda con una mezcla de cariño y nostalgia: "He tenido momentos de no querer verlo y luego me he dado cuenta de que tengo mucho que aprender de aquella Rosa. No quiero volver a la inconsciencia de aquellos momentos, pero echo de menos esa valentía de no saber qué hay. Porque para subirse a un escenario hay que tener muchos bemoles", dijo la cantante a Jordi Évole.

Vale, seguimos. Segunda mentira: Rosa no vivía en Armilla. En aquella época, la andaluza era una chica que se estaba haciendo mujer. Fue su madre la que llamó a un anuncio que había visto en la tele. La apuntó al casting de 'Operación triunfo' y ella se presentó en las audiciones. Llegó tarde y se encontró con la puerta cerrada. Se cayó, hizo tanto ruido que le abrieron la puerta y... El resto de la historia ya te la sabes. Lo único, que Rosa vivía en un barrio crítico de Granada y no en Armilla. Y tampoco hablaba inglés.

Vamos, que la ganadora de la primera edición mintió para entrar en 'Operación triunfo'. La escogieron y fue entonces cuando ella empezó a vivir situaciones que "no le sonaban de nada". Se les caía el mundo encima, a ella y a sus padres. ¡Qué fuerte!

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