En 'Masterchef' las tortas vienen de regalo
Y no son las de repostería, precisamente.

Las cosas en 'Masterchef' se van poniendo calentitasa medida que se acerca la gran final. Los nervios están por las nubes, la competitividad en todo lo alto y, en algunos, empieza a dispararse el ego, algo que Jordi solucionaba esta vez con un par de palmaditas en la cara.
La verdad es que las pruebas de exteriores son el showasegurado de este programa, porque a los concursantes les pasa cada cosa... Como esto siga así nadie va a querer hacerse con la capitanía de los equipos rojo y azul, y no, no nos extraña en absoluto.
Pero para llegar a eso, los aspirantes tuvieron que pasar por una primera prueba que tampoco fue muy sencilla que digamos, porque el coco estará todo lo rico que queramos, pero encontrarle un hueco en un plato... Puede ser de lo más complicado. Y eso es lo que les tocó hacer a los concursantes, que echaron a volar su imaginación bajo la atenta mirada de Edu Soto (que se quedó a las puertas de la final de 'Masterchef Celebrity').
Al final, los que se llevaron el gato al agua y, con él, los delantales de capitán, fueron Tonyy Oxana, que se pusieron tan contentos que no se podían hacer una idea de lo que les esperaba en el hipódromo de Valencia, donde se hizo la prueba de exteriores en la que tuvieron que cocinar un menú de cuatro platos diseñado por el chef Manuel Alonso (con Estrella Michelin y todo) y que era de todo menos fácil.
El drama empezó cuando Tony pasó de las indicaciones y se inventó uno de los platos. Y eso sumado a que estuvo un poco subidito con todos y, en especial, con Jordi, le valió para recibir una buena broncade parte del juez que advirtió sin despeinarse que "si perdemos... Soy superrencoroso y vengativo".
Y de regalo se llevó unas cuantas palmaditas en la cara.
Y, ¿a que no te imaginas qué grupo iba de cabeza a la prueba de eliminación? Pues, efectivamente, el de Tony (¡sorpresa!) y no, tampoco lo tuvieron muy fácil ya que les tocó una prueba por fascículos en la que primero tuvieron que deshuesar un pollo, sacarle los lomos a un salmón, el coral a unos erizos y limpiar unas espardeñas.
Despuésde esto, la única que pudo salvarse de hacer la segunda parte fueMarta, el resto tenían que utilizar todo lo que habían sacado en la primera parte antes para hacer un plato digno de Estrella Michelin y, encima, siguiendo el ritmo del chef Quique Dacosta. Vamos, un estrés.
Al final, el que se quedaba sin cuerda y se iba a su casa era Jon, y al que parece que sus compañeros no tenían mucho aprecio porque fue la despedida más fría del programa.
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