Cómo funciona ahora 'La isla de las tentaciones': cuándo se graba, quiénes participan, quién 'gana'...

Si hay un reality que consigue que volvamos a Twitter (o X), al grupo de WhatsApp y a debatir como si fuéramos tertulianas oficiales, ese es 'La Isla de las Tentaciones'. Cada temporada trae memes, lágrimas, frases históricas y algún que otro momento histórico de la televisión. Pero aunque todas lo veamos religiosamente, hay muchas cosas del formato que no siempre quedan claras: ¿cuándo se graba? ¿Quién elige a las parejas? ¿Quién 'gana'? ¿Y cómo funciona realmente todo detrás de cámaras? Vamos por partes, porque el chisme merece análisis.

¿Cuándo se graba 'La Isla de las Tentaciones'?

Aunque el momento de emisión depende de los intereses de la cadena, el programa se graba meses antes, normalmente durante el último trismestre del año. Pero como se graba en República Dominicana, siempre vemos a los concursantes con piel bronceada y vestidos en modo vacaciones perpetuas. Sin embargo, este año han cambiado su rutina, y como la novena edición se estrena el lunes 3 de noviembre, el rodaje comenzó en el mes junio.

Durante las semanas que dura la grabaión, las parejas viven totalmente desconectadas del exterior: sin móvil, sin redes y sin contacto con sus familiares o amigos. Una desconexión total que, ojo, también forma parte del experimento emocional.

¿Cómo se elige a las parejas?

En 'la isla' no entra cualquiera. Las parejas que participan han pasado por un casting donde se analiza sobre todo una cosa: que tengan conflictos reales y vayan a dar contenido. Es decir, que vengan con dudas, celos, desgaste o falta de confianza. El programa no busca parejas perfectas, sino parejas que están en un punto de inflexión y que están dispuestas a "ponerse a prueba".

Luego están los tentadores y tentadoras, que no son elegidos al azar. Se eligen perfiles que pueden conectar, retar o descolocar a cada miembro de la pareja. Aquí entra la magia (o la maldad) del equipo de casting.

Las parejas se separan desde el minuto uno. Ellos por un lado, ellas por otro, cada grupo conviviendo con su propio grupo de tentadores. Y esa combinación de separación + fiesta + intimidad + conversaciones intensas con alguien nuevo = tensión emocional y sexual máxima. Y es justo lo que hace que el programa sea adictivo.

Entonces… ¿quién gana?

Aquí viene lo bonito (o lo doloroso): en 'La Isla de las Tentaciones' nadie gana. No hay premio económico, no hay trofeo, no hay medalla.

Lo que sí que hay es una decisión final para cada una de las parejas en la que tiene que decidir si siguen juntos, si se vuelven a casa cada uno por su lado (y solos) o si alguno de ellos comienza una relación con alguien de la villa.

La 'victoria', si la hay, es emocional, porque a los concursantes les sirve para saber si su pareja era como ellos creían o no. Y en el caso de llevarse una decepción, mucho mejor ahora que dentro de unos años. Aunque tienes la desventaja de que aquí lo haces delante de todo el país...

Y es que, la gracia del programa no es ver quién cae en la tentación (que también), sino entender lo que pasa cuando te separan de tu rutina, tu zona de confort y tu idea de pareja, y poner a prueba la confianza, la autoestima, los miedos y la capacidad de ver a tu pareja desde fuera.