David Harbour ('Stranger Things') estuvo ingresado en un hospital psiquiátrico

Esto sí que es 'stranger'... 

David Harbour, de 'Stranger Things'

Nos ha cautivado en la serie y lo ha vuelto a hacer sobre la alfombra roja con su chapita reivindicativa de #TimesUp.

/ GTRES

Aunque actualmente goza de una situación de gran estabilidad tanto a nivel personal como profesional, el actor David Harbour (51), uno de los protagonistas de la exitosa serie de televisión 'Stranger Things', no ha dudado en echar la vista atrás para reflexionar abiertamente sobre sus fatídicas experiencias en un hospital psiquiátrico, en el que fue ingresado durante su juventud como consecuencia de una grave adicción al alcohol.

"Llegué a sufrir un colapso mental de grandes proporciones, hasta el punto de que pensaba que estaba conectado a una especie de dios que solo era fruto de mi imaginación. Y tengo que decir que no hay nada divertido en tener que pasar un tiempo en un asilo mental", ha relatado en una entrevista al podcast 'WTF'.

"Hay gente que tiene una idea romántica sobre esa clase de sitios, pero al final acabas sumido en una profunda tristeza, además de que huele a mierda. Es un poco como navegar en mar abierto, no tiene nada que ver con 'Moby Dick' y la experiencia es muy similar a la del asilo", ha añadido.

Al margen de las visiones, brotes de ansiedad y demás anomalías que sufrió hace casi 30 años, el artista ha querido dejar claro que jamás consumió sustancias psicotrópicas que pudieran disparar su capacidad imaginativa. En su opinión, fue su carácter tradicionalmente atormentado, la ingesta excesiva de alcohol y, asimismo, algunos de los medicamentos que le recetaron en su momento los principales causantes de tales contratiempos.

"Siempre he tenido claro que realmente no necesito drogas para acentuar mis problemas, ya que tengo la capacidad de ver duendes en cada rincón de la habitación si me propongo llegar hasta los extremos de mi imaginación. Las drogas vinieron a mí más tarde, en forma de medicamentos, y la verdad es que me costó mucho desprenderme de ellos", ha confesado.

Menos mal que ahora está divinamente.

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