La llegada de Mari, una expareja sorpresa, pone a una de las parejas de 'La isla de las tentaciones' en la cuerda floja

Es cierto que llevamos únicamente dos programas y es mucho lo que se nos avecina por delante, pero de momento ya tenemos la pareja protagonista de esta nueva edición de 'La isla de las tentaciones': Claudia y Gilbert.

El primer día de 'La isla de las tentaciones'

Porque sin ir más lejos, ya el lunes (día de estreno de 'La isla de las tentaciones 9'), Sandra Barneda ya le tenía que dar un toque de atención a Claudia por saltarse las normas: "Las normas están para cumplirse".

Y todo ello por una carrera que Claudia se ha hecho por la playa, con lo difícil que es correr por la arena, para despedirse de su novio, Gilbert, cuando estos ya no podían verse. Vamos, que a los 5 segundos de separarse las parejas, ella no ha podido reprimirse y se ha dado la vuelta para volver a besar a su chico. "Por favor, chicas, lo que acaba de hacer Claudia no podéis hacerlo. Las normas están para cumplirlas", advertía la presentadora, pidiéndole a Claudia que volviese de inmediato.

Vale que no es el mayor de los dramas que hemos visto a lo largo de estas nueve ediciones, pero teniendo en cuenta que llevábamos 20 minutos de programa y que las parejas literalmente todavía no habían llegado a separarse, ese movimiento ya situaba a Claudia y Gilbert como posibles protagonistas. Y lo de ayer, aún más.

El tenso cara a cara entre Claudia y Gilbert

Porque llegaba el momento de ver imágenes de lo que había sido las primeras fiestas en ambas villas, y tanto novias como novias la verían a la vez, con el detalle de que las tentaciones también se encontraban presentes.

En un momento, Gilbert suelta el comentario "ese tiene para todos", refiriéndose al soltero Aitor, cuando Claudia saltaba y perdía los papeles a "niveles inexplicables". En su defensa diremos que no se mostraba especialmente contenta con las imágenes que había visto de su pareja, pero fue tal el nivel de explosión que Sandra Barneda tuvo que volver a intervenir.

Claudia, al comentario de Gilbert, le respondía gritando: "¡Tú te callas, no hablas a nadie!", una reacción que provocó una sonrisa en el de Mallorca, y que hacía enfadar todavía más a ella: "¿Te estás riendo de mí?".

Era en ese momento cuando la presentadora se dirigía a Claudia para cortarle de raíz y hacerle saber que no se estaba comportando de la mejor manera: "¿Te vas a controlar o te vas fuera?", sentenciaba Barneda, para posteriormente añadir que "hay unos límites que no se pueden traspasar y acabas de traspasar uno, al segundo te vas fuera".

La mallorquina, por su parte, pedía disculpas y confesaba "haber perdido los papeles a niveles inexplicables", y aunque reconocía haber actuado de manera incorrecta y no estar orgullosa por ella, se escudaba diciendo que "he actuado de corazón".

La llegada de Mari a la isla

Pero espera, que hay más (ya te decíamos que Claudia y Gilbert tienen pinta de ser la pareja estrella de la edición), y es que desde la organización del reality tenían preparada la llegada de una soltera sorpresa que iba a poner todo patas arriba.

En un momento de la noche, Sandra pedía por favor a las parejas que estuvieran atentas a lo que iba a suceder a continuación, a la vez que avisaba de que el poder de la tentación "puede ser muy peligroso" (Barneda es la mejor aportando ese punto al reality).

Es ahí cuando aparece Mari, una chica desconocida a priori, excepto para Claudia y Gilbert: "Hola, soy Mari aunque alguna de vosotras ya me conocéis. Fui, soy y seré la mayor tentación de uno de vuestros novios", desvelaba en su presentación, lo que auguraba fuertes olas en la isla.

Claudia, muy discreta ella, no tardaba en mirar a Gilbert y expresar muy sutilmente (nótese la ironía): "O te levantas y te piras o te fundo la vida". Una frase que desconcertaba a todos los presentes, y es que según la versión de Mari, ella y Gilbert fueron novios.

Una versión distinta a la de Gilbert, quien reconocía que sí se habían estado viendo año y medio, pero considera que nunca llegaron a tener una relación formal. Mari, por su parte, le hacía saber a Claudia que el mallorquín "hacía la comida con mi madre, ha comido con ella y dormido en mi casa", y que ella también conocía a la madre de él.

En ese momento, Claudia no aguanta las lágrimas y visiblemente afectada desvelaba no sentirse bien, no por el hecho de enterarse de esas cosas, sino por el hecho de que "siento que este tiempo he estado con alguien que pensaba que conocía y es todo mentira", concluía.