El 'cónclave' en 'La familia de la tele' que acaba en reunión urgente de las altas esferas de RTVE

Obviamente, los colaboradores de 'La familia de la tele' no son ajenos a la crítica y lo que se está diciendo en redes sobre el magacín, y por eso el programa entero de ayer (quitando algunas secciones) ha sido un auténtico cónclave entre los pesos pesados de la familia. Ya avisaban de que el programa no iba a ser como otro cualquiera, sino que se venían emociones fuertes.

Una situación límite

Al principio la conversación se basaba en María Patiño y Belén Esteban, y es que La Patrona vivió ayer una situación límite que le ha llevado a tomar una drástica decisión. "No quiero estar en este programa, porque no soy la Belén Esteban que quiero ser", expresaba tajante. La de Paracuellos ha asegurado que no se reconoce a sí misma, tampoco a sus compañeros que también han expresado su malestar con la situación que está viviendo el programa. 

Aunque ella ha confesado que ella no es de las que mira las audiencias, también ha reconocido que obviamente duele ver que no están siendo las esperadas, y ha sido contundente lo que ella considera que pueden ser los problemas del magacín: "No me gusta el formato, no me gusta ningún tema, los han tocado todas las cadenas ya", decía Belén, a lo que María Patiño añadía que a ella le da la sensación de que "nunca llegamos a nada". Un aspecto que justamente se ha hablado mucho en redes.  

María ha remarcado que lo que más le afecta a ella es perder la complicidad con los compañeros en plató, no poder darles a cada uno su espacio... y Belén ha saltado diciendo que si hace falta ella libra más días, "pero es que no cabemos ni en el sillón...". También otra de las vertientes que se está hablando en redes, que son demasiados en plató y eso hace que no se entiendan las conversaciones y que algunos incluso no puedan decir más de tres frases en toda la tarde.

Discrepancias y reproches

La Patrona seguía insistiendo que le duele el no poder hablar, empezar una frase y ser cortada... y repetía categórica "yo me quiero ir del programa". Aunque no quería hacerlo al final ha soltado que es una idea que lleva barajando desde antes de empezar en 'LFDLT', que tardó dos meses en firmar el contrato, que tiene otros proyectos abiertos (ninguno televisivo ha remarcado), y que quiere un tiempo para centrarse en ella, en su marido, su hija y su madre. 

Además, en una reflexión más profunda, Belén expresaba que no se siente bien y que no va feliz a trabajar: "Estoy amargada aquí, quiero ser la que era, divertida, me mataba con todos. Teníamos un tema y se me iba la vida, pero ahora, perdón por lo que voy a decir... ahora NO". 

Una explicación que, aunque entendida, no ha aprobado para nada Kiko Matamoros, que ha sido rotundo: "Me parece muy poco profesional lo que estás diciendo. No haberte subido a la carroza que te subiste", refiriéndose al mega desfile del primer día. Matamoros le ha dicho sin tapujos que Belén no hace el esfuerzo por venir feliz al programa y cambiar "porque tienes la vida solucionada".  

El colaborador no ha querido esconderse y ha confesado que él también está disgustado con la situación del programa, el formato, la dinámica y las audiencias, pero también ha dejado claro que nunca se bajará del barco por "un compromiso personal y profesional con los dueños de la productora, que nunca nos han soltado la mano". 

Reunión de emergencia de los directivos

En el 'segundo acto', el programa ha seguido con la misma dinámica después de lo ocurrido durante el parón de las telenovelas. Porque según ha contado la misma Belén, ha salido a fumar con María Patiño y allí estaban los dueños de la productora, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, y tras ponerse a llorar uno de ellos asegurándole lo complicado que está siendo el inicio de 'LFDLT' para todo el equipo y la cantidad de horas que están echando: "Me ha abierto los ojos y me he sentido una persona muy egoísta", ha reconocido La Patrona.

También ha confesado que su madre, marido e hija, las personas que más quiere, le han dicho que su lugar es ese plató, que no hace falta que vaya a Benidorm a cuidarle (a la madre), y que debe cambiar de actitud. Por tanto, aunque la idea de abandonar siga en su cabeza, la de Paracuellos ha asegurado a los espectadores que si se queda, "voy a ser la Belén Esteban que ustedes quieren que sea".

Ya con el programa a punto de finalizar, María Patiño desvelaba que tras lo sucedido a lo largo de la tarde se ha convocado una reunión de urgencia de los directivos de RTVE responsables de 'La familia de la tele' para acordar "distintas medidas que afectarán drásticamente al programa". Veremos de qué tipo de medidas se tratan, si consiguen que Belén y el resto de colaboradores se sientan más cómodos en el barrio de Bellavista y, sobre todo, si logran mejorar los datos de audiencia.