Hugh Grant cree que a la gente le 'repelía' su imagen pública en los años noventa. El actor de 64 años saltó a la fama en la película de Richard Curtis, 'Cuatro bodas y un funeral' (1994) y, tras triunfar como rompecorazones en otras comedias románticas como 'Notting Hill', 'Love Actually' y 'Música y letras', empezó a adoptar el personaje en la vida real. Según declaró a la revista Vanity Fair: "Al final, a la gente repelía y con razón".

Aunque se encasilló durante un tiempo, Hugh admitió que los papeles eran "en realidad de carácter" porque están a un mundo de distancia del hombre real. Explicó: "La ironía de los papeles de Richard Curtis que interpreté es que en realidad eran papeles de personaje para mí, no soy ese tipo tartamudo y parpadeante. El error catastrófico que cometí fue que, como 'Cuatro bodas' fue un éxito tan gigantesco, pensé: 'Oh, bueno, este es el camino de la riqueza y el éxito infinitos. La gente se está creyendo a esa persona'".

A partir de ahí, Hugh decidió adoptar el personaje en galas de premios y entrevistas, pero se describió a sí mismo como un "tonto". Y añadió: "Así que lo hice en la vida real: empecé a hacer entrevistas [como él]. En mi discurso de aceptación del Globo de Oro de 1995, dije: 'Te quiero, Dios mío, bla, bla. Muchas gracias'... qué tonto. Interpreté al personaje porque pensé que todo el mundo se lo creía. Nunca fui yo en absoluto".