Las siete plagas de Zara

El mundo se divide en dos: entre quien reniega de las prendas plaga y quienes necesitan esas prendas más que nada. ¿En qué bando te quedas?

Alexandra Pererira con prenda plaga
Alexandra Pererira con prenda plaga / alexandrapereira

Antes pasaba muy de vez en cuando, pero ahora, prácticamente cada semana, nos encontramos con una nueva prenda "plaga" de Zara. ¿Y a qué llamamos prenda plaga? A esa que, de repente, empezamos a ver en todos lados. En el bus, en el metro, en el trabajo, en la Universidad, en la puerta del cole, en la cola del súper. Todo el mundo la tiene. Y tú la necesitas.

Es curioso cómo hemos pasado de no querer llevar lo que lleva otra persona a necesitar lo que viste todo el mundo. Porque hay quien reniega de las prendas plaga; que dice que lo compró pero ya no lo quiere porque se ha convertido en masiva. Pero la mayoría, al contrario, se muere por encontrarla. De hecho, con la mayoría de estas prendas se genera un cuanto menos curioso mercado de segunda mano de ropa sin estrenar (con la etiqueta, quizás comprada con la intención de revenderla?) a unos precios que ríete tú de la final de la Champions. Y la experiencia nos ha enseñado que si se hace, es porque funciona.

En el otro lado, ante fenómenos de plagas masivas como la chaqueta amarilla de plasticuero o el vestido blanco largo de lunares negros, desde la marca se afirma que hay una producción limitada de unidades por prenda y talla. Es entonces cuando una que es de letras duda entre las probabilidades estadísticas de tanto encuentro callejero con la prenda y la sugestión filosófica de detectar la prenda al vuelo, porque nuestro subconsciente está alerta con ella.

Pero las matemáticas nunca mienten, y hay que añadir un factor que distorsiona la estadística zarera: la entrada en escena de fabricantes asiáticos que en cuestión de días son capaces de poner en circulación miles de unidades más de réplicas de prendas teóricamente agotadas, y que evidentemente, en la calle, son imposibles de distinguir de las originales.

El clonador clonado y la plaga que no cesa. La última prenda en sumarse a esta ilustre lista de éxitos de ventas es la túnica estampada multicolor que viste hasta la mismísima @alexandrapereira. En la web de Zara ya no aparece, agotada. Pero me apuesto mi gorra con inicial de Primark a que en breve (si no es ya) están circulando versiones procedentes del lejano oriente.

El mundo se divide en dos: entre quien reniega de las prendas plaga y quienes necesitan esas prendas más que nada. ¿En qué bando te quedas?

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