No te resistas, es hora de guardar la ropa de cama de invierno (y te decimos cómo hacerlo FÁCIL)

Ya sabemos que bajo la mantita se está muy calentita pero... YA TIENE SOLERA. 

Ropa de cama
Ropa de cama / Olga Nikiforova

Sabemos que te encanta pasarte las horas bajo la manta (y más si es esta), pero amigui... Su tiempo terminó. Es hora de hacer el gran cambio en casa y guardar hasta el invierno que viene la ropa de cama abrigada, a no ser que quieras criar pollos, entonces sigue durmiendo con el nórdico (el edredón, que luego hay malos entendidos, jeje).

Bromas aparte, pensamos que es el momento ideal para guardar el edredón y dar paso a una ropa de cama más acorde con el loco entretiempo, más ligera y fresca. Ya sabes, ni nada supercaluroso ni tampoco una sabanita, que te hielas.

Para hacer esta tarea taaaaan poco apetecible al igual que el cambio de armario, contamos con la ayuda de la Mallorquina, desde donde nos mandan unos cuantos tips para guardar el nórdico en un plis y mantenerlo en buenas condiciones hasta volverla a utilizarlo en los próximos meses de frío.

Paso uno: ármate de valor y al toro. Recuerda que lo difícil es hacer la cama, no deshacerla, así que que no se te haga un mundo quitar las sábanas y mantas. (Si tienes mascotas, cuidado que no se escondan bajo la montaña de ropa, cuoreconsejito).

Paso dos: momento de lavar edredones, nórdicos, sábanas, mantas y demás ropa de cama. Siguiendo las instrucciones de lavado para que quede impecable y se elimine todo lo que se ve (como esas manchas que aparecen de repente en la almohada y no sabes a qué ronquido pertenecen) y también lo que no se ve, como bacterias y ácaros.

Paso tres: guarda todo a buen recaudo. No vale dejarlo en cualquier lado, piensa que luego vas a pasar muchas horas pegada a ello. Tiene que ser un lugar limpio, seco y alejado de la humedad. Se puede guardar en el armario, altillo, dentro de un canapé o debajo de la cama, siempre dentro de bolsas.

Paso cuatro: ¿Cómo guardarla? Utiliza el mismo envoltorio o bolsa en el caso de los rellenos nórdicos o edredones. Utiliza también cajas de almacenamiento de plástico con tapa para evitar la entrada de polvo. Ya sabes lo que te diría Marie Kondo...

Paso cinco + truqui: si te falta espacio, las bolsas de envasar al vacío son muy útiles, ya que puedes llegar a reducir más de la mitad del volumen con lo que ganarás espacio. Solo necesitas una bolsa especial de envasado y una aspiradora. Nosotras las hemos fichado en Primark y lo cierto es que funcionan genial.

Paso seis: olor a limpito siempre. Puedes utilizar bolsas especiales para evitar que cojan mal olor y también puedes incluir antipolillas para obtener la máxima protección.

Por último: organiza el espacio donde vayas a guardarla. Coloca la ropa de invierno en segundo lugar y la que vayas a utilizar para la temporada primavera-verano, más a mano. Utiliza etiquetas si las guardas en cajas y por grupo de prendas, es decir, las mantas juntas, las sabanas en otra caja, los nórdicos en otra bolsa…

Que no se te haga bola, sal de la cama y... ¡A guardar!

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