#Perlaestilaria: ni funfun, ni fanfan que valga

Comidas y cenas de empresa, de amigos, entre familias, con cuñados y rodeados de gentes variadas. En estos tiempos que corren, ya no son los grandes almacenes de la banderita verde los que dan el pistoletazo de la Navidad: son los eventos sociales que nos acechan. Nos entran los dramas del armario vacío, del “no sé qué ponerme” y del “estoy fatal, no me queda nada bien”. Stop. Inadmisible. Antes de volverte loca, sé realista. Planifica.

Piensa en cuántos eventos tienes por delante a los que tendrás que acudir arreglada. La hora de los mismos, el tipo de gente que irá, el grado de formalidad. Porque no es lo mismo una comida que una cena, como tampoco es lo mismo que sea con tus amigas en modo “pandi” que con tus compañeros /jefes. Esos datos son los que realmente te deben guiar para elegir el modelito adecuado. No es ni tu edad, ni tu cuerpo. Una vez que sepas qué festividades tienes, entonces párate a pensar en qué te gustaría llevar. Cómo te sentirías guapa y cómoda. De qué manera serías tú misma. ¿Odias los vestidos y los tacones? ¿Nunca vas de negro? ¿Las lentejuelas te dan arcadas? Nadie dijo que fuese obligatorio nada de esto. Imagina el look que te define y te hace sentir bien. El que va contigo, con tu cuerpo, con tu estilo, con tu gusto personal y con el evento al que irás. Y entonces, ve a por él.

Pero no dejes que los días pasen porque cuando llegue el momento de arreglarte y no tengas nada, tu autoestima te castigará. Porque en lugar de pensar que no tienes nada en el armario porque no has salido a por nada, tomarás la solución fácil: la de la autocompasión. Y lo siento mucho, querida estilaria. Pero puedes ir tan guapa como te lo propongas. Eso sí: si te lo propones. Así que sacúdete el polvo de encima, mírate al espejo con amor, y papel y boli. Te aseguro que Mariah Carey sonará a cada paso que des estas Navidades en cada evento en el que estés invitada.