Haciendo maletas: dos trucos que debes saber para no llevarte de viaje hasta tu traje de Comunión

Sé práctica, amiga estilaria.

Maleta viaje
Maleta viaje / seb_ra

Como estamos ya en Cuaresma empezamos a vislumbrar la Semana Santa a la vuelta de la esquina. Y eso significa, en muchos casos, escapada al canto. Sea para hacer un viaje instagrameable de principio a fin (alita de avión incluida), sea para irte a tu pueblo o a tu playa a descansar. Porque no hay mayor felicidad que la de verdad, tanto si es en Miami como en el patio de tu casa. Tonterías aparte, te tocará hacer maletas. Y entrarán los dramas por tu puerta en forma de “ojalá poder viajar con baúles como antaño”. Mutar en una Piquer moderna. Y así llevarte todo, hasta tu traje de la Comunión por si acaso tienes que volver a ponértelo. No vaya a ser que haya un challenge de TikTok en traje de comunión y a ti te pille sin él en la maleta.

Cuando se viaja, se viaja ligero. Con lo justo y necesario. Para lograrlo hay que hacer dos cosas: una, mirar el tiempo en el destino. Así sabremos si hará o no frío, si refrescará de noche, si va a llover. Con esa lección fundamental bien aprendida, pasamos al segundo de los pasos: hacemos una lista. Qué planes tenemos pensado hacer. Si vamos o no a salir de noche, caminar mucho, estar de relax en una chimenea o haremos algo de deporte. Y combinando ambas variables ya podemos empezar a idear los posibles looks para cada uno de los días y de los planes previstos. Con solo un look adicional “por si acaso”, nada más. Todos los looks se llevan ya probados y montados desde casa, para evitar sorpresas y para no meter ni zapatos ni complementos más de los necesarios.

Sé práctica, amiga estilaria. No sabes lo que facilita eso la vida.

Síguele la pista

  • Lo último