Dulceida viene guerrera: un maquillaje, un 'trending topic' y muchos secretos

Sephora se une por primera vez a una 'influencer' para lanzar una minicolección cápsula que ella misma desgrana porque viene repleta de secretos.

Dulceida con su paleta de sombras para Sephora
Dulceida con su paleta de sombras para Sephora / D.R.

Dulceida ha sido pionera en el sector 'influencer' español (si es que eso existe, a lo mejor nos lo acabamos de inventar y no pasa nada): vio rápido el filón de Instagram, también el de YouTube, del que dice que ahora se encuentra un poco cansada, y ahora lanza su primera colección de maquillaje. Otras podrán decir lo mismo pero ninguna lo ha hecho con una compañía con el prestigio de Sephora: en su tienda 'online' (y pronto, también física) está esta minicápsula de edición limitada llamada 'Warrior Collection', porque su creadora se siente 'guerrera' cuando se maquilla. Limitada ha sido, también, la presentación en la que nos la ha enseñado y explicado al detalle, que es donde Aida se siente más cómoda, casi como si le hablase a la cámara frente a la que lleva grabándose seis años. Por cierto, cámaras también había; ahora siguen todos sus pasos y los registran para lo que parece que será un documental: nuevo 'hitazo' seguro. Y, ante las dudas, aclara su último 'trending topic'.

Lo primero, por supuesto, es contarnos qué ha supuesto esta colaboración, en la que pidió participar al máximo, así que tanto productos como colores y hasta 'packaging' han sido idea suya y de todos ellos habla con dedicación, aunque hay uno con el que se muestra, si cabe, aún más ilusionada: "Recuerdo la primera vez que me hice un 'eyeliner', tenia 14 años, pasaba el verano en un camping, y llevaba sombra blanca y la raya negra, muy feo. Tenía una amiga que estaba estudiando maquillaje y me dejó sus productos: me lo hice y a partir de ahí fui practicando yo sola o viendo cómo se lo hacían mis amigas." La 'dulce-raya' es marca de la casa (de su casa) y asegura que es lo único que no deja que le hagan los maquilladores profesionales: "A veces no la empiezan donde se unen las pestañas, dejan un hueco, y me da TOC."

El gloss es otro niño mimado ("Mira que antes no me gustaba y ahora siempre lo pido") y el pintalabios mate, que también va con 'dulcetruco': "Si lo quieres más natural, te perfilas un poco y antes de que se seque lo extiendes con el dedo dentro del labio." Un truco que ha aplicado hasta con su madre: "Antes se hacía los labios muy mal, solo el centro, y le enseñé a perfilar por la línea blanca y rellenar y ahora se le da muy bien."

Y la última joya de la colección es la paleta de sombras, con colores que ha ido cambiando y ultimando hasta que ha podido, porque la producción de los productos lleva entre 8 y 9 meses. Tanta pasión ha puesto que ya casi se perfila una segunda colección, con los que han faltado: "Una paleta con tonos para la cara y una máscara de pestañas."

Con un personaje tan carismático, tan influyente, la entrevista acaba siempre versando por otros aspectos de su trabajo y su combinación con lo personal. Explica que su salud mental mejoró mucho cuando eliminó su cuenta de Twitter ("Tras lo que pasó en África", dice, refiriéndose a unas imágenes que fueron examinadas y criticadas al límite en esta red social tras un viaje que hizo con su mujer, Alba Paul), aunque aún sigue enterándose de cosas. "Ayer me dijeron que era 'trending topic' y ya me pregunté qué había hecho, pero al parecer la gente cree que estoy en 'Mask Singer', tengo clarísimo que no."

Terminamos la charla sabiendo, como es de rigor estos días, cómo pasó el confinamiento estricto: "Pensé que nos íbamos a morir todos. No salía de casa ni para hacer la compra y no dejaba de ver las noticias. Pero luego, pasado el primer mes, personalmente me fue bien: llevaba tiempo queriendo parar, como todos, y sintiéndome desconectada de mi público, sin poder hacer contenido de calidad, así que disfruté mucho pudiendo hacer eso de nuevo."

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