Blush marcado, el truco de las celebs para parecer descansadas sin dormir 8 horas

¿Dormir ocho horas? Ojalá. Entre las series que enganchan, el scroll infinito de TikTok y la vida real (sí, esa que te despierta con alarma a las 7:00 a.m.), a veces llegar descansada a la mañana siguiente es un milagro. Pero, ¡sorpresa! Las celebs tienen un truco de maquillaje para fingir buena cara aunque no hayan pegado ojo: el blush marcado.

Sí, ese rubor que antes nos daba miedo pasarnos al aplicar, ahora es el secreto mejor guardado de actrices, modelos, cantantes e influencers para tener una cara fresca, saludable y llena de vida. Y no, no hace falta ser maquilladora profesional ni tener un arsenal de productos: solo necesitas un buen colorete, una brocha (o los dedos) y saber cómo sacarle partido.

El poder del colorete

Antes que nada, hay que entender por qué el blush se ha convertido en el nuevo must del neceser. El colorete no solo aporta color a las mejillas, también da dimensión, realza los pómulos y ayuda a que la cara tenga ese efecto “acabo de volver de un paseo al sol” que tanto favorece. Y cuando se aplica de forma un poco más intensa (pero bien difuminada), el resultado es ese toque juvenil, alegre y descansado que nos falta cuando hemos dormido poco o estamos más apagadas.

De las pasarelas a tu neceser

El boom del blush marcado ha vuelto con fuerza gracias a tendencias como el “cold girl makeup” (ese look de mejillas sonrojadas como si vinieras de la nieve), el “blush draping” (técnica ochentera que usa el rubor como si fuera contour) y las apariciones beauty de famosas como Hailey Bieber, Kylie Jenner o Zendaya, que no se cortan un pelo en marcar mejillas con tonos rosas, melocotón o incluso rojizos.

Lo mejor es que esta tendencia no tiene reglas fijas: puedes llevarlo alto, tipo lifting; más en las manzanitas de las mejillas si quieres ese efecto niña buena; o incluso mezclarlo con iluminador o con tu bálsamo labial para un acabado jugoso que parece salido de un filtro de Instagram.

¿Qué tipo de blush es mejor?

Aquí es donde viene la parte divertida: hay para todos los gustos. Si te gustan los acabados glow, los blushes en crema son tu mejor opción. Se funden genial con la piel y dejan ese efecto húmedo que tanto se lleva. Si prefieres algo más duradero o tienes la piel grasa, los coloretes en polvo serán tu mejor aliado.

Los tonos también cuentan. Para las pieles más claritas, los tonos rosa bebé o melocotón funcionan de maravilla. En pieles medias, los coral y rosados intensos quedan genial. Y si tienes la piel morena o bronceada, los tonos vino, frambuesa o terracota marcan la diferencia.

¿Cómo se aplica el blush marcado?

Vale, esto no es un tutorial, pero un par de tips rápidos nunca vienen mal. El truco está en aplicar el producto en capas finas e ir construyendo la intensidad. Usa una brocha tipo mofeta si quieres un acabado más ligero o los dedos si vas con prisa. Aplícalo desde el centro de la mejilla y difumina hacia las sienes para ese efecto 'lifting sin bótox'.

Y si quieres que dure todo el día, fíjalo con un poco de polvo traslúcido por encima o elige una fórmula que sea waterproof. Spoiler: sí, las hay.

Como ves, no hace falta haber dormido 8 horas para parecer que has tenido el mejor descanso del mundo. Con el blush marcado, puedes entrar a una reunión, a una cita o a un brunch con amigas y que todo el mundo te diga: “¡Qué buena cara tienes!”. Y tú, con tu mejor sonrisa y tu colorete bien puesto, solo piensas: “Gracias, es el blush”.