Camila Cabello responde alto y claro a los que la llaman 'gorda'

Seguramente no haya ni una mujer sobre la faz de la tierra que no se haya sentido alguna vez cohibida al tener que quedarse en bikini en la playa y, pese a que poco a poco las cosas están empezando a cambiar, todavía hay mucho trabajo que hacer a la hora de acabar con el escrutinio constante al que se somete a todas las famosas por su físico. Esto es precisamente lo que le ha pasado a Camila Cabello, que ha tenido que sufrir en sus propias carnes el acoso en redes por el simple hecho de pasar un día en la playa en bikini.

Y es que, pese a que nosotras somos de la opinión de que está estupenda, y aunque no lo estuviera nadie tiene derecho a decir nada malo de ella, y menos cuando su 'delito' ha sido pasearse por una playa en ropa de baño. Por eso, ha decidido que en lugar de callarse lo mejor era responder y denunciar para que nadie piense que esa actitud es la correcta en redes. "Por supuesto que hay malas fotos. Por supuesto que hay malos ángulos. Por supuesto que mi cuerpo no está hecho de roca, ni está hecho de músculo. La parte más triste de las chicas que crecen en un mundo plagado de retoques es que buscan la perfección que no es real. Lo falso se está convirtiendo en lo nuevo real", empezaba la cantante haciendo una reflexión sobre cómo las operaciones estéticas y los filtros de Instagram distorsionan la realidad hasta el punto de creer que debes tener ese aspecto.

Para terminar, decidía poner sobre la mesa una serie de características que todas las personas tenemos, y que parece que no solo rechazamos sino que ya no consideramos normales ni naturales. "Tenemos una visión completamente irreal del cuerpo de una mujer. La celulitis es normal, la grasa es normal, las estrías son normales. Son bonitas y, lo más importante, son naturales".

Por suerte, ella no es la única que piensa así, y fueron muchas las fans que salieron en su defensa condenando la actitud de sus 'haters', por lo que ella no dudó en agradecerles el apoyo. "Gracias por el amor de ayer y hoy. Honestamente, lo primero que sentí fue inseguridad imaginando cómo serían esas fotos.