El 'squirt': cómo conseguirlo con las mejores técnicas 

Por Noemí Casquet, periodista especializada en sexualidad y autora del libro 'Mala Mujer'.

Fruta para hablar del squirt
D.R.

Seguro que en algún momento de tu vida te has cruzado con esta palabra: squirt. O tal vez hayas visto vídeos pornográficos donde sale una fuente de entre las piernas de esa actriz. Y justo en ese momento te preguntas, ¿qué es eso?

El squirt es un tema del que se ha hablado mucho pero todavía sigue existiendo cierto desconocimiento incluso dentro de la comunidad científica. ¿Es orina? ¿Agua? ¿De dónde sale? ¿Cómo se provoca? ¿Todas las personas pueden conseguirlo?

¿Qué es el squirt?

Los estudios más recientes se basan en la hipótesis, cada vez más consolidada, de que el squirt se produce debido a una alteración de una hormona llamada ‘vasopresina’. Prepárate porque se avecina una clase intensa de anatomía, biología y palabrejas un tanto extrañas. Vamos a por ello.

La vasopresina u hormona antidiurética tiene varias funciones, pero la que nos interesa es su capacidad de retener el agua en los riñones. Conecta con el SNC (Sistema Nervioso Central), dato bastante importante. Esta hormona se puede alterar en varias circunstancias, entre ellas cuando tenemos un placer muy prolongado, o muy intenso y de corta duración. ¿Qué sucede? No se retiene el agua en los riñones siendo imposible la absorción de los residuos del cuerpo y su eliminación a través de la orina. Por lo tanto, se expulsa únicamente agua con algún resto de urea. Podemos definir el squirt como “una emisión involuntaria de orina durante la actividad sexual, aunque a menudo existe una contribución marginal de las secreciones prostáticas al fluido emitido”, según un estudio publicado en 2015.

Como hemos visto, existen “secreciones prostáticas al fluido emitido”. Eso se conoce como PSA o líquido prostático, el cual evidencia la existencia de la próstata femenina (más conocida como ‘glándulas de Skene’ que se encuentran al principio de la vagina). Unas glándulas encontradas hace relativamente poco por la comunidad científica. Según un estudio, las glándulas de Skene “son estructuras dinámicas que se adaptan aumentando el número de orificios externos para acomodar una mayor transmisión de líquidos en respuesta a la eyaculación femenina con orgasmo”. En concreto, se habla de una mujer que participó en el estudio que tenía dos glándulas de Skene a los costados de la uretra. Seis meses después, cuando empezó a practicar el squirt, el número aumentó a cuatro a la derecha y cinco a la izquierda.

Técnicas para provocarlo

En realidad no hay una técnica específica para lograr el squirt. Existen personas que lo hacen mediante la estimulación continuada de la zona G. Otras lo consiguen con un succionador de clítoris. O incluso las hay con un control tan profundo de su cuerpo que pueden conseguirlo a través de la meditación tántrica. Aquí tienes algunos trucos para alcanzarlo y, además, ¡lo pasarás genial haciéndolo!

Lo primero es beber mucha agua. Cuanta más agua bebas, más cantidad de líquido vas a sacar (lógico) ¡Ah! Y la excitación es un ingrediente clave. Dedícale tiempo a las caricias, besos, roces y lengüetazos.

Cuando estés caliente empieza la técnica. Lo más fácil es recibirlo, a veces puede resultar incómodo hacérselo a una misma. Envíale una captura de esta parte a tu crush para que aprenda a darte mucho placer. Ya me lo agradecerás.

Túmbate boca arriba y abre las piernas. Elévalas. El dedo corazón y anular son los protagonistas y aquellos que se adentrarán en tu vagina en busca de la zona G. Se introducen, buscan el hueso pélvico y suben un poquito hacia el ombligo, haciendo la técnica del “ven”. Escucharás un “chuf, chuf”. Eso significa que se están batiendo los orgasmos.

Sentirás una sensación repentina de tener que orinar. Vas por buen camino. A medida que aumente tu excitación debe aumentar el ritmo y la constancia. Tendrás un orgasmo un poco extraño y saldrá líquido. No esperes que salga el chorro como en las películas porno. Eso se adquiere trabajando mucho la técnica y las paredes vaginales. En tu caso, tal vez no te des cuenta de lo que ha sucedido.

¿Cómo saber si has tenido un squirt?

No será un orgasmo como el de clítoris. Es un placer muy intenso y más prolongado. La textura del flujo es más líquida y no lubrica, es áspera y no deja deslizar bien.

El squirt forma parte de toda una experiencia sexual que incluye muchos factores. No te obsesiones. Pásalo genial intentándolo y ten paciencia. Recuerda que lo que provoca placer en el sexo es la liberación de la tensión. Hay que romper muchas barreras para dejarte llevar y superar la sensación de orinarse encima. Te esperan unos buenos deberes para este fin de semana. ¡A por ello!

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