Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal.

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Ha salido Joaquín Reyes disfrazado de Pujol (La Sexta) y ha confesado a la ciudadanía en general, y a toda Catalunya en particular, que él en realidad es un niño robado, y que la herencia recibida y oculta tantos años es de Michael Jackson. ¡Ahh! Tras las vacaciones han regresado los de El intermedio con su mordiente sobre la ardiente actualidad del exhonorable. El ejercicio de Joaquín Reyes ha sido divertido y desternillante. La caracterización, buena. El retrato de Jordi Pujol como Jordi Soprano, un guiño televisivo con mucha retranca. Pero cuidado con el exceso de despiporren y de surrealismo despendolado. El camino hacia la chirigota puede acabar diluyendo la vitriólica carga de profundidad, corrosiva e implacable, que toda buena sátira debe albergar. Por cierto, Paco Marhuenda, director de La razón, dio ayer en Más vale tarde (La Sexta) una nueva noticia espeluznante sobre este clan tan familiar: «Hasta exigían que les pagasen comisión por cada vacuna del sida que se daba en Catalunya».