Antes Al Qaeda que Madrid
Ha nacido un nuevo dúo, una nueva pareja, que puede proporcionarnos sesiones televisivas la mar de explosivas y bárbaras. El dueto se conformó la madrugada de ayer, en el estreno del programa de excitación política La otra red (Cuatro), El presentador y director de este nuevo debate, Javier Ruiz, invitó a Pilar Rahola, y también a ese huracán que comenzó soplando en el 2012 desde La Camarga, y que viene aireando desde entonces la corrupción del clan Pujol, o sea, la tremenda Victoria Álvarez. No estaban juntas las dos damas. A Victoria la mantuvieron separada de la mesa del debate, y la colocaron más allá, sentadita en una butaca. ¡Ah! No sabemos si alguien solicitó esta distancia porque quizá temía contaminarse. Pero fue inútil esta ridícula medida profilactica. Solo había una distancia de cuatro o cinco metros entre ellas, y cuando abordaron el tema de los Pujol, el cacao brotó imparable. Decía Victoria Álvarez, contando sus dos años de relación con Jordi Pujol junior: «Nunca comíamos jamón porque decía que el jamón no es catalán (...) A mi hijo, que es del Espanyol, le dijo un día: 'Para mí, los pericos que escupan sangre' (...) En cierta ocasión, hablando de las células islamistas que se habían detectado en Catalunya, me respondió: 'Prefiero a cualquiera de Al Qaeda que a un madrileño'». ¡Ahh! Llegado a este punto, Pilar Rahola ya no pudo aguantarse más y le lanzó: «A este señor del que hablas no lo conozco. Yo no he estado dos años tirándomelo. Me cuesta imaginar a un catalán diciendo estas barbaridades. Si las ha dicho, no entiendo cómo alguien en su sano juicio ha estado dos años con él». Y añadió ésta última bala: «Tú ya has hecho caja, carinyo. Solo te falta hacer un Interviú». Hombre, comprendo el desasosiego que le entró en ese momento a mi muy querida Isona Passola, que también estaba en la mesa y exigía que acabase con este «amarillismo». Pero el dúo que estaban conformando Victoria&Pilar es oro líquido para el imperio Mediaset. Estoy seguro de que a día de hoy ya les están lloviendo ofertas para que hagan bises por los platós.
