Declaración íntegra de Jordi Pujol i Soley. Pujol y la "hucha" maldita

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En su tristemente célebre confesión del 25 de julio, ribeteada de gestos de dolor y arrepentimiento en busca de la «expiación» de sus pecados, Jordi Pujol adquirió el compromiso de comparecer ante las autoridades fiscales y judiciales para «acreditar» los hechos por él narrados. Nada de eso aconteció en la comparecencia que el imputado 'expresident' protagonizó el martes ante la jueza: sin aportar documento alguno, se escudó en su tortuoso relato paterno-filial y en distintas evasivas --«No quise saber»; «Tenía miedo»...»-- para mantener entre tinieblas el oscuro origen de la fortuna oculta en el extranjero.