La Cubana posa para DOMINICAL..

RICARD FADRIQUE

Regresan al Tívoli de Barcelona, al teatro de sus amores. Allí han vivido muchas noches apoteósicas, desternillantes, memorables. A uno aún se le estira la sonrisa con el recuerdo de aquella Estrellita Verdiales, niña prodigio del cine español, que con aquel vestido amarillo cosido con margaritas perdía el mundo de vista en Cegada de amor. Vuelven al Tívoli, a partir del 2 de marzo, para hacernos reír de nosotros mismos utilizando la mejor de sus armas: la parodia, a partir de situaciones surrealistas y diálogos afilados. Son la gente de La Cubana, nos ahorramos las presentaciones. La obra se llama Campanades de boda y sí, esta vez nos vamos de boda-vodevil.