Paliza a una niña en el portal de su casa.

EL PERIODICO

La mujer se detiene junto al portal, da media vuelta y observa que su hija, de 12 años, no quiere llegar a casa. La niña, Olga [es un nombre ficticio], sostiene en una mano una garrafa de agua mineral y en la otra dos bolsas con el resto de la compra. Permanece quieta. Ni siquiera se mueve cuando la madre extiende el brazo para señalar el hueco de la puerta principal mientras se lo ordena por última vez: “Sube para arriba que ahora tu padre ya dirá”. Nada. La niña no quiere entrar en casa. La madre va a por ella. Olga suelta la garrafa y las bolsas y huye.