Los perros ya viajan en el metro de Barcelona

MÒNICA TUDELA

No pedimos que os gusten, ni que lo acariciéis al cruzaros con ellos en la calle o en un parque, probablemente serán los primeros en ignoraros si intuyen que no les gustáis, entre sus virtudes también esta esa: detectar el amor a primer olfato. No es déficit de amor lo que aqueja a nuestros perros, para esos ya estamos nosotros, su familiafamilia. Es justamente ese concepto, el del perro como un miembro más de la familia, el que no se entiende en nuestro país, a vergonzosos años luz de nuestros vecinos europeos.