Martina Stoessel: "Es más fácil ser la mala que la buena"

«¡Gorda, te necesito!». Con esta frase empezó a hacerse realidad el sueño deMartina Stoessel, una niña de 13 años que quería ser cantante. Su padre, productor de televisión, la quería para que interpretase canciones del proyecto que presentaba a la Disney, pero a los directivos les interesó mucho más la niña. Casi por sorpresa empezó la vorágine para esta joven de 16 años que, tras debutar en el 2012 comoprotagonista de la serie de más éxito mundial entre la audiencia preadolescente, 'Violetta' (Disney Channel, de lunes a jueves, a las 21.00 horas),confiesa que nunca pensó que pasaría los 'castings'.

-Pero lo pasó, y su sueño se empezó a hacer realidad...

-Sí, primero fueron tres meses muy intensos en los talleres, donde conocí al resto del reparto, preparando y ensayando una y otra vez canciones y coreografías y, a continuación, empezamos a grabar.

-Tras más de un año de protagonista, ¿qué es lo que más le ha impactado en este tiempo?

-¡Qué difícil¿! Quizá el momento más bello fue cuando grabé por primera vez la canción 'Mi mundo', con el resto de los chicos. Fue mi primer videoclip, duró dos días y fue una experiencia muy linda. Ya he grabado muchos más, pero aquel es especial porque fue el primero.

-¿Y qué ha sido lo más difícil?

-Creo que es más difícil hacer de buena que de mala, porque de mala eres totalmente otra persona, y eso es mucho más fácil.

-'Violetta' se ha convertido en un éxito mundial, ¿se ha planteado la razón de esta gran acogida internacional?

-Creo que, además de ser una comedia musical, que a los chicos les encanta, tiene unas canciones superlindas. Además, es una telenovela que se puede ver en familia, es supersana. Con 'Violetta', los chicos y sus padres se pueden quedar tranquilos ante el televisor, porque no van a ver nada fuera de lugar. Por otro lado, las historias son cosas que le pasan a los adolescentes, y por eso se pueden sentir superidentificados.

-¿Tiene algo que ver Martina Stoessel con Violetta?

-En la primera entrega de la serie le puse muchísimo de mí misma, de Martina. También en la segunda temporada, pero en esta última juego un poco más con el personaje, porque me siento mucho más segura y a gusto en el papel. Con el tiempo, y rodeada de tan buenos profesionales, he aprendido muchísimo y, claro, estoy mucho más confiada en mi trabajo.