EN LA LÍNEA 9

Muere una 'mula' al rompérsele una cápsula de coca en el metro del aeropuerto de Barcelona

El hombre se desplomó mientras los vigilantes le preguntaban por qué se había colado

Segunda jornada de huelga de metro. Línea 9

Segunda jornada de huelga de metro. Línea 9 / periodico

GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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Un pasajero lituano llegó en avión a Barcelona desde Brasil el pasado 22 de marzo. Franqueó, sin levantar sospechas, el control de pasaportes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) antes de entrar en el espacio de la comunidad europea, y el puesto de la Guardia Civil, al final del área de llegadas. Cargó su equipaje y decidió desplazarse hasta la capital catalana utilizando la línea 9 de Metro, que conecta desde hace poco más de un mes la ciudad con el aeropuerto de El Prat.

Al llegar a la estación del metro comenzó a sentirse mal. O al menos eso es lo que ahora deducen los investigadores de los Mossos d’Esquadra que llevan el caso. Exteriorizó su malestar con un comportamiento “alterado” que llamó la atención de los vigilantes de seguridad privada de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Lo siguieron de cerca.

MUERTE REPENTINA

El viajero se coló y los vigilantes, antes de detenerle, llamaron a los Mossos para informar de que acababa de saltar al andén sin billete un hombre visiblemente “nervioso”. Tras solicitar el refuerzo de la policía, se dirigieron hacia él. Lo que pasó a continuación no han podido explicárselo hasta que ha llegado el resultado de la autopsia.

El sujeto se echó a temblar, se desplomó al suelo y comenzó a expulsar espuma por la boca. Enseguida llamaron al Sistema de Emergències Mèdiques (SEM) para socorrerlo. Los sanitarios no pudieron salvarle la vida y los Mossos abrieron una investigación para averiguar qué había sucedido.

Cuando los forenses abrieron el cadáver, hallaron la respuesta. En el interior del sistema digestivo aparecieron 35 cápsulas de cocaína, de entre 12 y 15 gramos cada una. Una de ellas reventó.

Que se agrietara uno solo de los envoltorios provocó que su organismo recibiera una sobredosis de esta droga. Según los estudios clínicos, un consumo tan excesivo y súbito de cocaína provoca “sudoración, temblores, hiperactividad, daño renal, fiebre, convulsiones, latidos cardíacos irregulares y, finalmente, una muerte repentina”. Estos síntomas son compatibles con los que llamaron la atención de los vigilantes de seguridad, cuando lo vieron tan "alterado".

GRABACIONES DE SEGURIDAD

Los discos de las cámaras de seguridad de TMB, en posesión de los investigadores policiales, confirman la versión de los agentes de seguridad: el hombre se desplomó y cayó el suelo sin que mediara ninguna intervención de estos. No parece haber dudas sobre las causas de la muerte, según fuentes policiales y de TMB, pero, como ocurre cuando aparece una ‘mula’ (sobrenombre que define a las personas que usan su cuerpo para transportar la droga), las pesquisas de la policía se centran ahora en tratar de averiguar adonde se dirigía la víctima y quién le esperaba en Barcelona.  

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