PREMIOS FUNDACIÓ PRINCESA DE GIRONA 2018

María Escudero: "Con sus horas de sol, España podría autoabastecerse de esa energía renovable"

Desarrolla nuevos materiales que, a partir de reacciones electroquímicas, permiten obtener energía limpia y producir compuestos químicos y combustibles sostenibles

María Escudero.

María Escudero. / MARCEL JUAN

Carme Escales

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Acabada de aterrizar de Seattle (Washington), donde ha recibido un premio de la Electrochemical Society -el primero que otorga a una mujer, en su división de tecnología energética a jóvenes investigadores-, María Escudero (Cáceres, 1983) es también una de las galardonadas de la Fundació Princesa de Girona por el impacto científico, tecnológico, energético y social de su investigación, como herramienta de freno del cambio climático. Es doctora en Química por la Universidad Autónoma de Madrid y desde hace un año, profesora e investigadora en la Universidad de Copenhague, donde dirige el grupo de NanoElectroquímica.

¿Qué tiene ahora mismo entre manos su grupo?

Nuestro nuevo proyecto consiste en modificar la estructura del catalizador a nivel atómico para conseguir entender y mejorar la selectividad de nuevas reacciones electroquímicas ‘soñadas’, que hasta ahora no ha sido posible llevar a cabo de manera eficiente. En concreto, nos dedicaremos a estudiar reacciones que permitan convertir gases de efecto invernadero en combustibles como metano, así como sintetizar compuestos químicos de alto valor como polímeros, de manera sostenible.

Premios y becas son también energía renovable de gran valor en su carrera.

El reconocimiento a una carrera de investigación, como ha sido mi caso con el premio de la Fundació Princesa de Girona, permite acercar a la sociedad, dar visibilidad a lo que desarrollamos y su impacto en el medio ambiente. Porque en la comunidad científica todos somos muy conscientes de nuestra contribución a la obtención y uso de la energía renovable, lo que falta es que la gente de la calle y quienes gobiernan sepan que tenemos ya conocimiento y herramientas para ello, y que permitan aplicarlo. España, con las horas de sol que tiene, podría autoabastecerse con energía renovable, almacenando la que quiera igual que hace con el viento Dinamarca, un país puntero en energía eólica.

¿También es ejemplar apostando mucho más por la investigación de lo que lo hace España?

Bueno, es que la crisis ha pegado muy duro a la ciencia. en España no se invierte en ciencia. En Dinamarca, gracias a la beca Villum Young Investigator, de la fundación danesa Villum, que he recibido este año -1,34 millones de euros para trabajar cinco años-, en las próximas semanas anunciaré dos nuevas plazas para estudiantes de doctorado y una para un investigador postdoctoral. Actualmente somos 8.

En ese otro premio que acaba de recibir de la Sociedad Americana de Electroquímica, ha sido la primera mujer en recibirlo. ¿También nota diferencia en la igualdad de género y ciencia en Dinamarca respecto a España?

Sí, en España no estamos en igualdad de oportunidades, existe un problema de base que exige hacer algo. Porque en las carreras de ciencias la proporción de mujeres y hombres sí está equilibrada. Empiezan a descender las mujeres en las tesis, más aún en los postgrados y como catedráticas quedan apenas un 10% de mujeres. Son necesarias políticas para hacer cumplir la paridad en todos los estamentos, es necesario que haya al menos 50% de mujeres en lugares como tribunales para plazas científicas, nombramientos de cargos o elección de ponentes.