NOVEDADES EN RENFE

El AVE se despeina con EVA, la alta velocidad más barata entre Barcelona y Madrid

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se acabaron los tiempos del monopolio de las empresas públicas. También en materia ferroviaria, donde Renfe sigue comandando el tablero, pero no por mucho tiempo. En el 2020 está prevista la liberalización total de la alta velocidad en España, y para evitar que la competencia privada encuentre flecos en los que colar su producto, Fomento ha anunciado este martes un nuevo servicio de AVE. Se llamará EVA, un ‘smart train’ que nace con vocación de llegar a un público más allá del recurrente hombre/mujer de negocios en los trenes bala.

El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, ha presentado el proyecto en la estación de Rodalies de El Prat de Llobregat. Y no porque le fuera de paso, sino porque este apeadero será uno de los extremos del servicio, que se espera que esté operativo en un año. Los precios del EVA serán entre un 20% y un 25% más baratos que el AVE convencional -“más transporte, menos precio”, ha resumido- y la configuración de los vagones será distinta, menos pensada para el viaje de negocios y más para las salidas colectivas y familiares, incluso con zonas infantiles, espacios para dejar los esquís o o rincones para las mascotas. “No podemos autocomplacernos con los buenos resultados obtenidos en los últimos años. Debemos adelantarnos a los demás y ser capaces de emprender nuevos caminos. Si permanecemos inmóviles terminaremos perdiendo el liderazgo”, ha sostenido el ministro, recibido en Catalunya por el delegado del Gobierno, Enric Millo.

El EVA empezará realizando el trayecto Atocha-El Prat (cinco viajes por sentido) con tres trenes que deberán adaptarse a la nueva configuración. Los vagones dispondrán de wifi y está previsto crear una aplicación web que, a través de la realidad aumentada, permitirá al viajero conocer los lugares por los que va pasando. El turista es otro de los nichos que esperan seducir. Habrá hileras de seis asientos (3+3) para que, por ejemplo, “las familias numerosas puedan caber todas en un mismo espacio”. De este modo, los trenes pasarán de las 316 plazas del AVE a las 328 o 343 (según la configuración) del EVA.  

Solo electrónicamente

Otra de las novedades es la integración tarifaria. El billete, por cierto, solo se obtendrá de manera electrónica, y se estudia implantar el reconocimiento biométrico. A pesar de que no ha detallado de qué manera se pactará con las regiones agraciadas, De la Serna ha avanzado que el usuario del EVA, del mismo modo que el del AVE puede usar su billete para las Cercanías de todo el Estado, podrá subirse a la red de transporte público urbano sin necesidad de comprar otro ticket. Es decir, podrá bajarse en El Prat y coger la línea 9 del suburbano sin pagar un euro más. Ese “único billete desde el lugar de salida hasta la puerta de destino” se espera que sea suficiente reclamo para que “los jóvenes que buscan siempre las tarifas más baratas” se animen a apostar por el ferrocarril para visitar Madrid. Para esas nuevas generaciones también está pensado el “espacio físico distinto y con optimización de las funcionalidades de las nuevas tecnologías”.

La elección de El Prat ha llegado tras un estudio de la movilidad en el área metropolitana. Aunque a nadie se le escapa que Sants es más una estación en retirada (la Sagrera debería sustituirle) que una gran terminal central. El caso es que Fomento aspira que este apeadero de Rodalies del Baix Llobregat se convierta en un ejemplo de intermodalidad. Para ello tiene prevista una inversión de dos millones de euros, que debería ayudar a modernizar el espacio y hacerlo apto para los nuevos usos y retos del EVA. “Alguien podría pensar que Sants está más cerca de todo el mundo, pero no es así”, ha relatado De la Serna, convencido de que la oferta de conexión con Barcelona en tren, metro, taxi y bus garantiza el éxito de la operación.

Una buena cosa

Pere Macias, presidente del Cercle d’Infraestructures, ha presenciado el acto con su bufanda amarilla y ha alabado el proyecto. Por tres razones: “Primero, porque pones en valor la infraestructura, más trenes siempre es una buena noticia. Segundo, porque Renfe, de manera inteligente, se avanza a la liberalización del sector ofreciendo un servicio alternativo al AVE y cerrando la puerta a la competencia. Y tercero, porque tiene mucho sentido desde el punto de vista territorial que El Prat juegue este rol”. Si nada se tuerce, EVA -“nombre de mujer”, ha subrayado el ministro- estará listo en el primer trimestre del 2019. Fomento espera que a medio plazo pueda transportar a un millón de personas al año.   

La Generalitat, por su parte, anunció la licitación de la redacción del proyecto de la estación intermodal de El Prat, para el que se da un plazo de 15 meses para que este listo. El nuevo intercambiador deberá facilitar la conexión entre la actual estación de Rodalies, por donde circulan las líneas R2, R2 Sur y R2 Norte; la de alta velocidad -que aún no ha entrado en servicio-, y la estación de la L9 del Metro, y contará también con un aparcamiento en superficie de unas 370 plazas. El coste total del proyecto asciende a 40 millones de euros