CAMPAÑA DIRIGIDA A LOS JÓVENES

Andalucía pone en marcha una campaña que compara con animales a los acosadores callejeros

La campaña #noseasanimal retrata de piropeadores, mirones y 'pulpos'

Julia Camacho

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Los agresores machistas a los que deben hacer frente las mujeres en plena calle pueden ser de varios tipos. Está el pulpo, ese que “se pega cada vez que puede”; también el cerdo, que “te grita barbaridades”; el buitre, siempre al acecho, o el gallito, ese que “dice ‘piropos’ pero a metros de distancia”. Unos comportamientos más propios de animales que de personas y que desde la Junta de Andalucía han querido evidenciar con #Noseasanimal, una campaña de concienciación para prevenir el acoso callejero dirigida a los más jóvenes.

A través de fotos y videos, la campaña presenta el variado catálogo zoológico al que tiene que enfrentarse cada día una mujer por el simple hecho de serlo. Da igual que sea en el supermercado, en un autobús o a lo largo de una calle, porque es una violencia de género “socialmente aceptada”, fruto de un sistema patriarcal que normaliza el papel de las mujeres como objetos sexuales. Una imagen que se difunde desde la publicidad, el arte, la música o incluso los medios de comunicación, y que presenta a las féminas ante los hombres como un objeto a poseer, como explicó la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) Elena Ruiz. Esa actitud en algunos contextos acaba derivando en agresiones o abusos sexuales, de ahí que tanto en los carteles como en los spots se pida ayuda para que “esta fauna callejera se extinga”.

Según los datos del IAM, en 2017 la cifra de mujeres víctimas de agresiones o abusos sexuales atendidas en Andalucía aumentó casi un 10% con respecto al año anterior. Sin embargo, muchos hombres no se dan cuenta de que lo que ellos creen un piropo lanzado en la calle, un comentario en ocasiones disfrazado de humor y galantería, es una forma más de “vulnerar la integridad, dignidad y libertad de las mujeres”.

“Se trata de comentarios sexuales, explícitos o implícitos, que los hombres hacen cotidianamente a las mujeres en las calles, sin ver en ello violencia”, y que favorecen la vulnerabilidad de las mujeres, destacó el director del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) Francisco Pizarro, quien subrayó que el acoso callejero es la práctica “machista y sexual más comúnmente aceptada”. Puede ser un piropo, que cosifica a la mujer, o ir más allá y llegar a roces en los transportes públicos o incluso la realización de fotos.

Ruiz insiste en que la campaña pretende” concienciar sobre ese machismo, más propio de los animales que de las personas”, porque el acoso callejero no es sino una práctica abusiva en la que “el hombre hace uso de su conducta machista para creerse en el derecho de tratar a las mujeres como objetos sexuales, normalizando así esa situación de vulnerabilidad”.  Una situación a la que muchas mujeres han empezado a plantar cara a través de lemas como el ya famoso “#metoo”

La campaña se ha presentado en el marco del Carnaval de Cádiz, para recordar que “ningún contexto festivo es excusa para atentar contra la indemnidad sexual de las mujeres”. Antes al contrario, es incluso en fines de semana y días festivos cuando se concentra mayor número de agresiones y abusos en torno a las fiestas locales. “Debemos aceptar que el acoso callejero es un problema que hay que atajar de raíz. Que no continúe pasa por la coeducación, la sensibilización y concienciación de la población más joven”, apuntó la responsable del IAM, quien abundó en que para acabar con las agresiones y los abusos sexuales es necesario que se pase a la acción, ya desde el colegio, promoviendo el respeto y rechazando aquellas actitudes machistas que perpetúen el rol de la mujer como objeto sexual.

En este sentido, la responsable del IAM desgranó que desde 2002, el Servicio de Información Jurídica, Asistencia Legal y Atención Psicológica ha asistido a 4.420 mujeres víctimas de violencia sexual, una cifra que consideró “un reflejo escalofriante de un problema social de tolerancia y permisividad ante uno de los mayores delitos contra las personas”. Para mejorar esa ayuda a las mujeres víctimas de agresiones o abusos sexuales, el teléfono de Información a la Mujer de la Junta (900 200 999) ofrecerá desde ahora atención psicológica inmediata y urgente para atender esas primeras necesidades de las víctimas, que hasta ahora eran desviadas al servicio de información.